Gestiones lucrativas
La polémica acompaña al controvertido agente que trabaja para el Barça en Brasil
André Cury, el controvertido representante del FC Barcelona en Brasil, que ha intervenido en fichajes de figuras como Ronaldinho, Neymar o Coutinho, pero también en la llegada de otros jugadores que no han dado el resultado esperado, se ha visto ahora envuelto en un embrollo por el supuesto cobro de una comisión de 6,6 millones de euros por la venta de Neymar al PSG.
Ronaldinho, Neymar, Coutinho, Paulinho, Arthur, Yerry Mina, Douglas, Keirrison o Henrique. ¿Qué tienen en común estos nombres? Pues que son o han sido futbolistas del Barcelona y que en sus operaciones de llegada ha estado presente de un modo u otro el controvertido representante del club en Brasil, André Cury. Un intermediario que ha bailado en prácticamente todas las sambas barcelonistas en los últimos años, hombre de luces y sombras, que ha conseguido vehicular fichajes rentables y brillantes pero que también ha contribuido al aterrizaje de jugadores de medio pelo, y no siempre baratos. El último embrollo en el que se ha visto envuelto se hizo público el jueves por la tarde cuando la cadena Ser afirmó que Cury había cobrado una comisión de 6,6 millones de euros por la venta de Neymar al PSG.
En la misma noche del jueves fuentes del club negaron a La Vanguardia que hubieran hecho pago alguno por este concepto aunque no desmintieron que en su día Sandro Rosell hubiera podido firmar este acuerdo con el intermediario. Ayer por la mañana la entidad azulgrana emitió un comunicado. “El FC Barcelona desmiente haber abonado ningún pago a André Cury como comisión por la salida del jugador Neymar”. Cury también dice que no ha cobrado. El Barça subrayó que se reserva el derecho a emprender acciones legales contra los que difundan noticias falsas sobre el club.
La nota barcelonista sigue sin negar la existencia de un pacto entre Rosell y Cury por el 3% de un traspaso de Neymar, pero sí especifica lo siguiente: “Recordamos que la salida del jugador brasileño no fue fruto de un traspaso sino del pago de una cláusula de rescisión”. Por lo tanto, sin hablar abiertamente de la existencia de este acuerdo, se puede deducir que el Barcelona entiende que como no hubo una venta no cabe pago alguno a su representante. Un representante al que envió en el verano del 2017 a Estados Unidos para tratar de convencer al delantero de que no se marchara del Barcelona.
¿Pero qué papel tiene Cury en la estructura blaugrana? Según el Barça “mantiene una relación contractual con el club, sin exclusividad, a través de su empresa, para realizar tareas de scouting”. El 7 de mayo en RAC1 el presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, declaró: “Cury es el representante del club en el mercado brasileño”. Añadió que solo trabajaba para el club azulgrana y, al ser repreguntado por Jordi Basté sobre si Cury tenía exclusividad con el Barcelona, Bartomeu reiteró: “Sí, sí”.
En el complejo fútbol brasileño, donde se mueven infinidad de cazafortunas a costa de jóvenes promesas, es muy comentado que Cury mantiene relaciones estrechas con diversos clubs del país.
Pero, ¿cuándo se inicia la vinculación del intermediario con el entorno barcelonista? Hay que remontarse ya bastante atrás en el tiempo. A la época en que Sandro Rosell y Pepe Costa, desde hace años ya en el Barça, hombre fuerte en el vestuario y amigo personal de Messi, eran trabajadores de Nike en Brasil. Cury primero hizo migas con Costa y a continuación con Rosell. De hecho se le atribuye ser el autor de la fotografía de Sandro con Ronaldinho en el 2003 durante el proceso electoral que llevó a Laporta a la presidencia, según publicó Mundo Deportivo el pasado mes de enero.
El nombre de Cury volvió a aparecer, a través de la empresa Traffic, en la que trabajó, en los fichajes en el 2009 de Keirrison y en el 2008 de Henrique, en época de Laporta en la poltrona y Txiki Begiristain en la secretaría técnica. El primero es un delantero, que no jugó nunca ni un amistoso con el Barça, que costó 14 millones y que fue encadenando cesiones. El segundo, un central por el que se pagó un total de 10 millones y que no disputó ningún partido oficial como barcelonista.
Pero cuando Cury pasó a colaborar y a cobrar regularmente del Barcelona fue a partir del 2012 porque desempeñó una función preponderante a la hora de que el acuerdo que habían alcanzado Neymar y su padre con el Real Madrid se transformara en papel mojado y en un pacto para que el delantero terminara vistiendo la camiseta barcelonista. El intermediario se movió muy bien en el entorno de Neymar. Por eso el club también le confió la tarea de intentar retenerle en el verano del 2017. No fue posible pero Cury ha seguido trabajando para el club y siendo parte activa en las llegadas procedentes de Brasil.
La última, la de Arthur.
EL COMUNICADO
El Barça desmintió ayer oficialmente que haya pagado a Cury por la venta de Neymar al PSG
EN TODAS LAS ‘SAMBAS’
Ha colaborado en la llegada de Coutinho o Paulinho pero también en las de Keirrison o Douglas