Consultas ambulatorias
Un informe de Aquas señala que mejora el efecto de ‘primer filtro’ de la primaria
Las visitas a los centros de atención primaria del sistema sanitario catalán aumentaron en el 2017 un 1%.
Las visitas a los Centros de Atención Primaria (CAP) y el número de altas en los hospitales del sistema sanitario catalán aumentaron en el 2017 un 1% y un 2,3% respectivamente, según el último informe de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (Aquas), adscrita al Departament de Salut. En total, la mayor frecuentación de los ambulatorios (recibieron más de 46 millones de visitas) muestra una mejora en el efecto de primer filtro de la atención primaria, según el director de la Aquas, Antoni Dedeu, quien precisó además que han bajado los reingresos en enfermedades que tienen perfil de cronicidad. Por su parte, los hospitales públicos catalanes dieron 870.619 altas durante el 2017, 19.804 más que en el 2016, según el mismo informe.
“El incremento de las visitas a la atención primaria es una buena noticia, siempre y cuando se refleje en un aumento de la mejora de la atención sanitaria y un decrecimiento de algunos servicios hospitalarios, lo cual se traslada en la disminución de algunas urgencias”, señaló Dedeu.
El porcentaje de urgencias cualificadas de menor gravedad (niveles 4 y 5) ha disminuido del 62,7% que había en el 2015 a un 61,3%, mientras que el número de reingresos por diabetes mellitus sigue en una tendencia decreciente, que demuestra que “la resolución en la atención primaria es buena”, aseguró Dedeu.
En general, el índice de satisfacción de las personas usuarias de los hospitales del sistema público catalán es muy alto: en el 2017, la población calificó con un 7,9 sobre 10 el nivel de satisfacción en la atención ambulatoria especializada y con un 8,6 en el caso de la cirugía mayor ambulatoria.
En el 2017 fueron atendidas en los Centros de Salud Mental de Adultos (CSMA) 168.688 personas, la mayoría de ellas por trastornos mentales graves (37,3%), mientras que en los Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) se atendió a 66.601 personas, de las que un 39% padecían psicosis, trastornos alimentarios o de conducta. Dedeu subrayó que hay dos elementos que se deben mejorar: la coordinación entre servicios sanitarios y el paso de un enfermo de un nivel asistencial a otro.
En cuanto al perfil de los usuarios, las mujeres son las que más acuden a la atención primaria, con una media de 7,1 visitas al año frente a las 5,4 de los hombres, y son también las que más usan el servicio telefónico de emergencias del CatSalut, sobre todo las mujeres menores de 64 años y con formación.
La Aquas ha evidenciado un aumento de las buenas prácticas en el ámbito de la atención primaria, sobre todo en lo que respecta a la reducción de la prescripción de medicamentos innecesarios, como los protectores de estómago y las benzodiazepinas en personas mayores de 64 años. El consumo de protectores de estómago en personas mayores de 64 años o polimedicadas ha bajado un 5%, el cribado inadecuado de antígeno prostático específico en hombres mayores de 50 años ha disminuido casi en un 4 % y la prescripción de estatinas en personas de riesgo cardiovascular bajo pasó del 9,3 al 6,5%, entre otros. Dedeu explicó que la reducción de estas prescripciones es el resultado de un programa que realizan junto a más de 150 equipos de atención primaria (EAP) desde el 2013 y que tiene el objetivo de “repensar el modelo asistencial” para “introducir la visión que tratar y pedir más pruebas no siempre es mejor: puede hacer mal”.
El año pasado también subió el número de trasplantes de órganos, llegando a una cifra récord en Catalunya de 1.106 operaciones, debido a que 9 de cada 10 familias da el consentimiento para la donación de órganos del familiar que es potencial donante, lo cual sitúa la negativa por debajo del 15 % (13,7 %).
Según el director de la Aquas, la Central de Resultats que elabora este informe desde hace siete años supone “una experiencia única en el mundo con la intensidad de detalle, rigor y consistencia que tiene”, lo cual supone “una herramienta de mejora de la calidad de la asistencia sanitaria”.
El nivel de satisfacción de los usuarios es de 7,9 sobre 10, según la agencia pública de evaluación sanitaria