Léon y Alfonsina en Vic
Actuaciones de The Pinker Tones & Quartet Brossa y Alba Carmona
El estreno de Léon, el espectáculo de The Pinker Tones y el Quartet Brossa, y lo nuevo de la cantante Alba Carmona, marcaron la jornada del jueves en el Mercat de Música de Viva de Vic, que también albergó entre otras propuestas la presentación de los nuevos trabajos de Joan Colomo (L’oferta i la demanda), Toti Soler y Gemma Humet (Petita festa), y Clara Peya (Estómac). Por otro lado, la Acadèmia Catalana de la Música aprovechó la caja de resonancia del Mercat para presentar la primera edición de los Premis Alícia, que serán entregados en una fecha aún por precisar, pero próxima al 21 de junio, Día Mundial de la Música.
Léon es una “post-sinfonía pop” dividida en tres movimientos centrada en la trayectoria del ruso Léon Theremin, que en 1919 registró el instrumento que lleva su apellido, considerado por muchos el primero de la música electrónica. Víctor Estrada al theremin, el cuarteto vocal Melt y el coreógrafo y bailarín Toni Mira, participaron también en un montaje que sin duda necesita más rodaje, pero en el que afloraron la inspiración y el talento. A destacar el subidón pop de Lavinia en el primer movimiento, el columpio doliente y esmerado ejercicio a lo singer-songwriter de Snow en el segundo tramo, y el juego entre los “pizzicatos” de cuerda y la percusión electrónica en el tercio final.
Mención de honor también para Alba Carmona, que tras abandonar Las Migas emprende un camino de lo más prometedor. Junto a sus cuatro músicos, estrenó las canciones de su inminente primer álbum en solitario, mostrando gran transmisión y excelencia en el capítulo vocal, y buena onda en la partitura. Canción con arquitecturas flamencas y caribeñas, brillando con luz propia una versión del clásico Alfonsina y el mar, y ya en las postrimerías del bolo un tema propio, Carmela, de alto y sabrosón tono vital. El Mercat fue también marco de propuestas de calado reivindicativo como las de Joan Colomo –tan divertido y crítico con el sistema económico como siempre con sus nuevas canciones de coordenada pop– y Clara Peya, que planteó una “deconstrucción del amor romántico” en un terreno singular, con ataque clásico de piano, pinceladas de jazz, pop, electrónica y bellos rapeados. Todo ello, sin olvidar la solvencia de Toti Soler y Gemma Humet, y su gran viaje por el patrimonio de cadáveres exquisitos como Brel, Brassens, Ferré o nuestro Ovidi Montllor.