Las noches son para leer
Ayer la Setmana del Llibre en Català llegó a su octavo día y aun así no bajará la persiana hasta mañana. Además, en esta edición se ha celebrado la Nit de la Setmana. Ayer las casetas no cerraron a las nueve de la noche, sino que alargaron hasta medianoche, con actividades para llamar la atención del público. Es el caso del montón de gente que se congregó para recordar a Maria Aulèlia Capmany, la escritora que decía que en su casa, cuando era pequeña, no había bistecs, pero sí había libros.
También hubo espacio para que los editores homenajearan a José Pérez Freijo, que desde 1999 ha estado al frente de los servicios editoriales del Ayuntamiento de Barcelona. El presidente de la Setmana, Joan Sala; la presidenta de Editors.cat, Montse Ayats, y el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, alabaron su tarea.
Sergio Vila-Sanjuán, redactor jefe del suplemento Cultura/s de La Vanguardia, glosó la figura de Freijo, “que siempre ha propiciado las colaboraciones entre el Ayuntamiento y las editoriales privadas, haciendo posible numerosos proyectos editoriales sobre la ciudad de Barcelona. Bajo su tutela –subrayó– se han publicado cerca de 600 títulos, sobre arte, arquitectura, urbanismo, sobre los barrios y sobre movimientos sociales. También sobre bailes, playas, mercados, botánica, vino, chocolate, radio, cafés, pasajes, religiones, periodismo, bibliotecas, publicidad, joyería, contracultura, cómic, marionetas, coleccionismo, kitsch... Incluso uno sobre Barcelona, ciudad de la amistad, un título muy adecuado para el acto de hoy”. Quizá por ello Freijo ha marcado “un antes y un después” en el conocimiento sobre la ciudad, un fenómeno singular en el mundo. El homenajeado confesaba que le resultaba sorprendente que un servidor
Ayer fue el momento de homenajear a Freijo, al frente de los servicios editoriales del Ayuntamiento
público recibiera tal reconocimiento, pero es evidente que Freijo ha hecho un buen trabajo.
Aparte de las casetas y los actos, el artista plástico Tom Carr (Tarragona, 1956) animó la noche con una instalación para celebrar el hecho de leer. Se trataba de hacerse una foto a contraluz contra una superficie que enmarcaba la silueta del retratado leyendo un libro. En el Instagram de LaSetmana se podían colgar las instantáneas, que participan en un concurso.