Yates adelanta la sentencia
El líder arranca más de un minuto a Valverde antes de la gran etapa de montaña
La incursión de La Vuelta en Andorra, donde hoy se disputará la etapa que debe definir el podio, tuvo un guión inesperado. Simon Yates (Mitchelton) se adelantó a la gran batalla de la montaña y ayer trató de sentenciar la carrera con un ataque en La Rabassa que nadie esperaba. O el líder llega con mucha fuerza a este final de carrera, como ayer pareció evidenciar al demarrar a 10 km de la meta, u hoy puede haber nueva sorpresa, y mayúscula, si el británico acaba acusando el esfuerzo que desplegó para arrancar más de un minuto de ventaja sobre Alejandro Valverde (Movistar).
Yates no sólo dio un golpe sobre la mesa en un ascenso que conoce como la palma de la mano, sino que consiguió alterar todos los planes previstos para hoy rompiendo definitivamente la carrera y abriendo diferencias insalvables más allá del podio. Los 16 km finales de ascenso a La Rabassa se convirtieron en una auténtica criba del pelotón en la que apenas un puñado de corredores logró salvar los papeles.
El trabajo no fue sólo suyo. También atacaron Thibaut Pinot (Groupama), Steven Kruijswijk (Lotto NL) y Nairo Quintana (Movistar), que fueron los primeros en demarrar en las primeras rampas –las más duras– del ascenso a Naturlandia. Fue ahí donde acabaron con una escapada previa de Jonathan Castroviejo (Sky) y Benjamin Thomas (Groupama), cuya aventura concluyó en el sprint intermedio de Sant Julià de Lòria, para estirar y romper el grupo.
Lo que pocos en la carrera podían sospechar es que en medio de las escaramuzas del ascenso fuese el propio líder el que se aventurase a tirar justo al pasar bajo la pancarta de 10 km para meta para alcanzar a Kruijswijk , Quintana y Pinot, el único que fue capaz de mantenerle el ritmo y el que acabó llevándose la victoria de etapa.
Sin darse por vencido, Valverde reconoció a su llegada a meta que el triunfo final se le ha complicado. “Está más difícil, pero no nos podemos dar por vencidos”, señaló. El murciano, sin embargo, no transmitió buenas sensaciones para la etapa de hoy, que es la última oportunidad para cambiar la general. “El cuerpo no siempre responde igual y me he sentido un poquito apajarado”, confesó, sin esconder que el ascenso se le hizo complicado “cuando atacó Yates”. Hoy sí necesitará esas fuerzas, si no un milagro.
ALEJANDRO VALVERDE “Cuando atacó Yates se ha hecho complicado y me he sentido un poquito ‘apajarado’”