Los accionistas del Joventut abren las puertas a Grífols
El Joventut de Badalona entró ayer en una nueva era. En una votación histórica, la Junta General Extraordinaria de Accionistas aprobó por unanimidad una ampliación de capital que permitirá a la familia Grífols, a través de la sociedad Scranton, entrar en el capital social como accionista de referencia. La Penya pasará de contar con un capital desembolsado de 1.220.500 euros a un nuevo capital máximo de 4.906.000. Los accionistas actuales podrán adquirir hasta tres acciones –a un precio nominal de 60 euros– por cada título y se abrirá un plazo para que socios y aficionados que no sean accionistas puedan adquirir también un número limitado de títulos. El resto de la ampliación no cubierta la asumirá Scranton, con la libertad de cubrir o no todo el capital ofertado.
“Esto no es la culminación de una negociación, sino el inicio de algo nuevo, porque establecer las líneas rojas con este grupo fue una conversación de 30 segundos”, explicó el presidente del club, Juanan Morales. El consejo explicó que la fuerte inyección de capital no se destinará totalmente a amortizar la deuda que arrastra la sociedad y que había puesto en riesgo su viabilidad, sino a estabilizarla y a garantizar su futuro. “El club seguramente no habría desaparecido, pero sí estaba en riesgo el futuro del Joventut tal y como lo entendemos actualmente”, aseguró Morales.
Los nuevos accionistas de referencia, con raíces en Badalona y algunos habituales en los partidos de la Penya, ocuparán tres de los once asientos del nuevo consejo, según el acuerdo alcanzado antes de la ampliación. Uno de los futuros consejeros en representación de Scranton, Ramon Riera, se dirigió ya ayer a los accionistas y aficionados de la Penya para presentar su proyecto. “Somos un grupo de amigos que nos hemos conocido trabajando en la misma compañía. Hacemos inversiones de distinto tipo y en distintos sectores, entre otros el farmacéutico, pero otras basadas en el territorio, una apuesta más sentimental que otra cosa”.
Riera aseguró que su entrada en el club no significará el impulso de un gran proyecto deportivo, sino en la consolidación social y deportiva de la entidad. “Queremos dar estabilidad al club, no hacer fichajes siderales –señaló el representante de Scrantor–. Queremos una Penya más fuerte y ganadora, capaz de generar ilusión. A ver si podemos volver a llenar el Olímpic”.