Sin Nadal, sin Carreño
España se atasca ante Francia, que se coloca a un paso de la final
Los aficionados más pasionales añorarán esta Copa Davis, formato que languidece y que, posiblemente a final del año próximo, derivará en una suerte de Mundial de tenis, en una fecha y escenario fijos, algo que le acercará aún más al fútbol.
Cuando se juega la Davis, en las gradas suenan voces y ondean banderas, resoplan trompetas y el público se deja llevar. Muchos se pintarrajean el rostro, luciendo en las mejillas los colores de su país. Se enfundan bufandas y gorras. Lucen el merchandising ocasional. Van al tenis y vocean como quien va al estadio de fútbol, lo que sería una aberración en Wimbledon.
El Francia-España se está jugando en el estadio Pierre-Mauroy, hogar del Lille de la Primera División francesa, por unos días reconvertido en templo del tenis. Y el analista capta el mensaje: el anfitrión trata de llevar el juego a su terreno. Selecciona la superficie que más le conviene y estimula a los espectadores, que presionan al visitante. En Francia, pista rápida.
Ayer vimos a Yannick Noah, último campeón francés de un Grand Slam (y van 35 años desde su título en Roland Garros), golpeándose el pecho mientras su sorprendente apuesta, Benoît Paire, convertía a Pablo Carreño en un tenista menor (7-5, 6-1 y 6-0). Y le vimos luego conversando con su otro espadachín, Lucas Pouille, estimulándole porque el choque ante Roberto Bautista se le estaba complicando.
Cinco mangas se jugaron en el segundo encuentro, un intenso intercambio de banderines que acabó resolviéndose a favor de Pouille, por 3-6, 7-6 (5), 6-4, 2-6 y 6-4.
Hoy, la semifinal está 2-0 para los franceses, muy lejos de España.
“Ha sido la mayor emoción que he vivido nunca en una pista de tenis. Y solo pensaba en no llorar demasiado”, dijo Paire, antes de sentarse entre sus compañeros para presenciar el Pouille-Bautista. “Ha sido emocionante, sobre todo, después de lo que había ocurrido en los Juegos de Río, en el 2016”.
Lo que había ocurrido entonces es que Noah le echó del equipo. Aquel era un Paire desordenado, un talento que se distraía y se enfurecía. Un romperraquetas que se comportaba muy mal en la Villa Olímpica y que acabó agotando la paciencia de Noah.
“Anunciamos la expulsión de Paire tras varios actos de indisciplina, numerosas discusiones e infracciones”, podía leerse en el comunicado que la Federación Francesa emitía en aquellos días. Noah y Paire habían roto. Para recomponer la relación, hizo falta un abanico de conversaciones entre ambos y algunas coincidencias. Este año no cuajan Tsonga, Simon ni Monfils, y tampoco funciona Gasquet, cuyo rendimiento despertaba recelos en Noah. Descartados todos aquellos, a Noah le quedaba Paire.
No era una mala opción. Se trata de un tenista bullicioso, particularmente dinámico en situaciones de estrés, y que se maneja bien en una superficie rápida, tal como el sintético de Lille.
Según Noah, el antídoto contra Rafael Nadal.
Sin embargo, Nadal no estuvo en Lille. Lastrado por la lesión de rodilla que le había tumbado la semana pasada, en las semifinales del US Open, Nadal solo apareció en Twitter. Lo hizo para animar a los españoles, que inclinaban la cabeza ante los campeones del torneo.
Carreño creía llegar limpio a Lille. Había sufrido molestias en el aductor, pero aquello parecía agua pasada. Se equivocaba. La lesión reaparecería en el segundo set. Paire (54.º del mundo) se había llevado el primero. Lo había hecho a base de coraje, un hombre-Davis.
“El aductor me empezó a molestar y me vine un poco abajo”, dijo Carreño, que solo sumó uno de los últimos doce juegos.
Bautista le dio más guerra a Pouille, aunque se bloqueó en el tercer set (pasó de un 0-3 a un 5-3) y cedió su último servicio en el quinto.
Hoy, la pareja Feliciano LópezGranollers no tiene opción. Debe ganar a Benneteau-Mahut para seguir en pie.
LOS PROBLEMAS DE CARREÑO Ante Paire, Pablo Carreño apenas peleó durante un set; luego se hundió, víctima de una lesión
ESCASAS OPCIONES
La pareja Feliciano LópezGranollers no tiene hoy opción: debe ganar a Benneteau-Mahut