Rebelión vecinal para denunciar que Barcelona “no funciona”
Una veintena de entidades y plataformas reclaman a la alcaldesa que reaccione a los problemas
Están enfadados. Hartos. Hastiados. Algunos, porque han visto cómo su escalera se ha convertido en un descarado ir y venir de traficantes. Otros, porque no tienen otro remedio que aguantar la euforia nocturna de los turistas. Hay quien sortea a diario jeringuillas y restos de botellón en plena calle. Están los que ya decidieron mudarse y los que, pese a todo, aguantan. Resisten, pero cada día más indignados. Todos exigen soluciones. Ayer, más de un millar de vecinos salieron a la calle desde la Barceloneta, el Raval, Poble Sec, el Gòtic, el Casc Antic, Poble Nou, Vila Olímpica, Front Marítim y Nou Barris para reclamar respuestas a un Ayuntamiento de Barcelona que consideran inoperante.
Diecisiete entidades –menos asociaciones de vecinos al uso y más agrupaciones y plataformas que ya nacieron en su momento como reacción a problemas concretos, como la inseguridad, el incivismo o la dejadez cronificada– confluyeron ayer por la tarde en la plaza Sant Jaume. Quisieron hacer visible sus preocupaciones y presionar, en primer lugar, al gobierno de Colau.
Los vecinos, del centro histórico y de los barrios del frente marítimo, se encontraron en la plaza Antonio Maura y recorrieron la Via Laietana entre silbidos y bocinazos y al grito de “Barcelona no funciona”. “Mi barrio no es un parque temático”. “Prou incivisme”. “Stop venta de drogas”. “Basta de ruido en la calle. Queremos dormir”. “El barrio es para las vecinas”, fueron algunos de los carteles que mostraron los manifestantes.
“Salimos a la calle porque hay miles de ciudadanos, personas anónimas, que creen que la ciudad está en situación crítica”, afirmaron los representantes vecinales. Los problemas que denuncian plantean singularidades en cada barrio y, probablemente, distintos grados de intensidad, pero todas las entidades y ciudadanos que ayer se manifestaron tienen una preocupación común: la inacción de los responsables políticos; la certeza de que los problemas no se han abordado cuando se debía y que en algunos casos se han enquistado de una forma más que preocupante: “Queremos que se hagan cumplir las normas vigentes. Que pongan a trabajar a los servicios sociales para echar fuera de las calles a los colectivos de personas vinculadas a acciones delictivas o que generen inseguridad ciudadana”, reclamaron las entidades. En el manifiesto, los vecinos reclaman que “la Guardia Urbana y las brigadas de limpieza mantengan el espacio público de la ciudad tan segura como limpia”.
Los convocantes intentaron evitar la politización de la movilización, “somos apartidistas, aquí hay gente que piensa de forma muy distinta, nos da igual la ideología y los pensamientos”, dijo ayer Carme Piera, de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta, uno de los barrios que este verano han sufrido más que nunca las consecuencias de un turismo masificado y sin control que incluso ha llegado a acampar con tiendas en parterres y jardines. Los políticos que asistieron, del PDECat, Ciudadanos y ERC, se mantuvieron en un segundo plano, y aunque la protesta no se planteó como un acto contra la alcaldesa, al llegar a la plaza Sant Jaume faltó tiempo para reclamar la dimisión de Ada Colau.
Los datos publicados ayer por La Vanguardia sobre la escalada delictiva de Barcelona no hacen más que corroborar sobre el papel algunas de las situaciones que denuncian los vecinos. Las cifras, aportadas por el Ministerio de Interior a partir de la información facilitada por todos los cuerpos policiales, revelan que los robos con fuerza en domicilios y establecimientos y también los hurtos se han disparado, incrementándose en más de un 20% respecto al año pasado.
ENFADO BARCELONÉS
Los manifestantes exigen soluciones al incivismo, los robos y la venta de droga
LA PETICIÓN
“Que echen de las calles a los colectivos de personas vinculadas a la delincuencia”