UNA LEYENDA INSPIRADORA
Se atribuye al artista italiano Sebastiano Conca (1680-1764) la autoría de El rapto de las Sabinas que se encuentra en la sala de juntas de la UB. Se trata de un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (2,90X4,08 cm). Conca fue uno de los pintores del setecientos más célebres en Roma. Sus obras a caballete consiguieron también fama internacional y están repartidas por diferentes colecciones europeas, como la de Manuel Godoy, el príncipe de la paz del reinado de Carlos IV, a la que perteneció este cuadro que pasó a manos del Museo del Prado, que lo cedió a la UB el 7 de febrero de 1882.
La obra representa una leyenda del origen de Roma, cuando Rómulo organizó unos juegos en honor a Poseidón, el dios del mar, para celebrar la nueva colonia latina y se convocó a los pueblos vecinos, entre ellos, los de la colina de Quirinal. Las sabinas acudieron con sus padres. Rómulo ocultaba una intención aviesa: raptar a las mujeres para entregarlas a sus hombres y asegurar así la descendencia en Roma. En mitad del banquete, las jóvenes se vieron violentadas y secuestradas por sus anfitriones. Nada pudo hacerse y los sabinos regresaron a su colina sin ellas. Tiempo después, el rey Tito Tacio declaró la guerra a Roma. En el campo de batalla, las mujeres raptadas corrieron a interponerse entre los rivales. Si ganaban unos, perdían a sus padres; si los otros, a sus maridos e hijos. Pasara lo que pasara el desgarro de la pérdida estaba asegurado. La leyenda termina bien: se firmó la paz. En este relato se han inspirado muchos artistas como Jacques-Louis David (Louvre) o Giambologna en Florencia, Rubens o Poussin. Amin Maaluf quizás se inspiró en las sabinas para escribir una novela futurista basada en el nacimiento de más varones que mujeres en el mundo
La leyenda está inspirada en robos que no eran infrecuentes en el pasado. Incluso en el presente, como el secuestro de niñas por Boko Haram para entregar a los combatientes. La obra de Maaluf El
primer siglo después de Beatrice plantea la furia de los jóvenes varones que no encuentran mujer y cómo raptan chicas en otras zonas del planeta. Maaluf lo escribió hace 25 años. Hoy, en las estadísticas de la población china “faltan” 100 millones de mujeres. Deberían estar por lógica demográfica pero no consta que hayan “nacido”. Igual en India. Es decir, unos 200 millones de hombres tendrán dificultades para emparejarse en su país. Aun así la población mundial, de 7.461 millones de personas, se divide todavía a partes iguales entre hombres (50,4%) y mujeres (49,6%).