Gente aplicada
Si alguien resbala y se hace un arañazo, le podemos aplicar un apósito en la herida. Si el resbalón ya no es un resbalón sino un buen castañazo, quizá la persona ha quedado algo estropeada y habrá que arreglar algún hueso y aplicarle algún tratamiento para evitar infecciones y males mayores.
El verbo aplicar también es el que se usa en casos como aplicar una presión en un punto determinado, aplicar un método en una investigación, aplicar las matemáticas a la música e incluso aplicar un castigo a una persona. En mi época escolar a los maestros les gustaba “aplicar un correctivo”.
A los estudiantes que trabajan de un modo perseverante no es necesario que les apliquen correctivo alguno porque son alumnos aplicados. “Eres una alumna muy aplicada”, le dice el profesor. “Debes aplicarte más”, le dice a otro alumno que estudia poco. Y las universitarias del grado de Lingüística Aplicada siempre son lingüistas aplicadas.
Pero ahora resulta que el verbo aplicar no tiene bastante con todos estos significados, quiere más. ¿Y cómo lo está consiguiendo, poco a poco pero sin pausa? Pues por la vía del falso amigo del inglés to apply. Este verbo también tiene algunos sentidos coincidentes con nuestro aplicar, pero tiene otros que se están adoptando con total impunidad.
¿Es bueno que los estudiantes se muevan cada vez con más facilidad por los países europeos? ¿Es bueno que puedan estudiar en cualquier universidad gracias a sus conocimientos de inglés? Claro que sí. Pero como el inglés es la lengua franca, aunque el Reino Unido se vaya del club europeo, resulta que cuando un estudiante quiere presentar una solicitud para estudiar en alguno de estos centros, dice que “aplicará a esta universidad” o “aplicará para hacer este máster”.
El doctor Enrique Gargallo, de la facultad de Filología de la UB, me cuenta que en los años ochenta algunos estudiantes extranjeros ya lo empleaban, y él los corregía, comprensivo del error porque traducían mientras hablaban. En cambio en los años noventa se percató de que también algunos estudiantes de aquí empezaban a utilizarlo, sobre todo cuando querían seguir estudios en universidades extranjeras.
Yo pediría a esta gente tan aplicada, con tantos estudios y tan viajada, que hiciera el favor de vigilar también la lengua. Igual que se aplican en hablar un buen inglés, que lo hagan también cuando hablen su lengua. Porque este uso de aplicar con el sentido de enviar una solicitud se usa sobre todo en el ámbito académico. Y son los mismos estudiantes que, si no les viene el trabajo dado gracias a su alta preparación, aplicarán para un puesto de trabajo.
Los estudiantes están dejando de presentar solicitudes y empiezan a ‘aplicarse’ mal