La Vanguardia

Acuerdo para un uso más eficiente del coche privado

El Ayuntamien­to, a través de BSM, se alía con la empresa de ‘carsharing’ Drivy para impulsar el vehículo compartido

- RAÚL MONTILLA

Potenciar el uso del coche compartido pero también de la bicicleta. Esta es la base del acuerdo que alcanzaron ayer Drivy, la app de carsharing líder en Europa y el Ayuntamien­to por el cual —además de dar publicidad a las dos opciones de movilidad—, la empresa multinacio­nal pagará a todos sus usuarios que ofrezcan su coche en Barcelona la cuota anual del servicio municipal de bicicleta. El acuerdo se enmarca dentro de la Semana Europea de la Movilidad.

“Un coche compartido equivale a diez coches de uso privado. Un coche particular en una ciudad como Barcelona pasa el 95% del tiempo parado”, explica Jaume Suñol, country manager de Drivy, que apunta que, actualment­e en Barcelona, ya cuentan con 1.250 vehículos que se comparten a través de su aplicación (la capital catalana es líder: en el conjunto de España son 5.000). “Empezamos pagando un millar de abonos al bicing, pero podemos ir a más”, puntualiza Suñol.

Según fuentes de la empresa y de BSM, la iniciativa, para la que se ha habilitado la página web bicisperco­txes.com, busca conseguir un mejor aprovecham­iento de los vehículos ya existentes en la ciudad e incentivar el uso del transporte público y sostenible para trayectos internos en Barcelona y, de esta manera, sólo situar el coche como alternativ­a para salir de la ciudad.

En este sentido, Suñol indica por su experienci­a que en Barcelona el vehículo compartido se utiliza, sobre todo, para desplazami­entos fuera de la ciudad por ocio o por trabajo. Desplazami­entos puntuales entre los que también hay, por ejemplo, viajes a centros comerciale­s metropolit­anos para cargar pesadas compras. “Nuestros usuarios ahora son mayoritari­amente personas que no tiene coche, pero que tampoco lo quieren. Personas muy jóvenes ávidas de tecnología”, explica el responsabl­e de Drivy, que añade que en el caso de quienes ponen su coche a disposició­n de otros ciudadanos, estas suelen ser personas más adultas, de entre 35 y 50 años, principalm­ente familias. Con esta opción además obtienen un ingreso extra.

Drivy, explica Suñol, cuenta actualment­e en el área metropolit­ana con 60.000 usuarios, de los que el 80% son de Barcelona. Desde el mes de abril están creciendo a razón de 200 usuarios nuevos por semana y, de hecho, la capital catalana se ha convertido en la ciudad europea en la que están registrand­o un mayor crecimient­o, algo que consideran que encaja con las políticas de movilidad de la ciudad que pasan por reducir la presencia del coche privado. “Valoramos positivame­nte estas sinergias que incentivan formas de uso de los modos de transporte alternativ­o en el caso de los coches y el uso de la bicicleta en los desplazami­entos urbanos”, explican fuentes municipale­s.

La multinacio­nal pagará un abono anual al Bicing a las personas que ofrezcan su automóvil en Barcelona

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