ERC reclama una mayoría inapelable para forzar un pacto
La dirección llama a tejer alianzas más allá del independentismo
En mayo, la dirección de Esquerra Republicana presentó a su militancia un borrador para su ponencia política, una hoja de ruta que a grandes rasgos señala la estrategia del partido. Contenía una frase reveladora, pero que fue eliminada en julio en la versión definitiva: “La realidad es que hoy en día el independentismo no es suficientemente poderoso, aún, para convertir Catalunya en una república independiente”. Ayer, ERC, si con la supresión de este enunciado no era suficiente, positivó aún más el mensaje y durante su consejo nacional apeló a construir “una mayoría inapelable” tejiendo alianzas más allá del independentismo para forzar al Estado a negociar.
“Sumando, sumando y sumando haremos el camino más corto hacia la independencia”. Palabras del presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, que anticiparon la apuesta por ampliar la mayoría soberanista que verbalizó el adjunto a la presidencia de los republicanos, Pere Aragonès. No se anduvo con remilgos: “El Estado no negociará porque tenga buena fe o por convicciones ideológicas, sino cuando no tenga otro remedio”, opinó el también vicepresidente del Govern. “Hay que generar mayorías internas inapelables para liberar a todo un país, no a la mitad” y forzar al Gobierno a sentarse para negociar un referéndum.
Esquerra se refiere al 1-O como el momento fundacional de la república catalana, pero admite que hay mucho camino que hacer. Aragonès aseguró que el independentismo debe, además, construir las “condiciones objetivas” para que el ejercicio al derecho a la autodeterminación sea avalado internacionalmente, “por un referéndum verificable a nivel internacional, donde todo el mundo pueda ir a votar libremente, sin miedo por su integridad física”.
¿Cuáles son estas condiciones objetivas? Trabajar esta mayoría interna “inapelable, mucho más fuerte, plural y transversal, que nadie pueda discutir”. Pero Aragonès añadió que también es necesario ligar la causa del independentismo a la de la democracia, los derechos y las libertades. Igualmente, consideró esencial crear contradicciones dentro de la opinión pública en España, para así crear una opinión más favorable. Y por último, el reconocimiento exterior, un punto que, en su opinión, se reforzó ya con el 1-O y “la represión” policial, pero que es todavía insuficiente, a su parecer.
La dirección de ERC presentó ayer a la militancia una nueva propuesta, sujeta a enmiendas por sus bases, en la que se apuesta por la vía negociada para obtener la independencia, y se diluye casi por completo la unilateralidad. Esquerra ha ido labrando el terreno poco a poco: el presidente de los republicanos ya afirmó hace unas semanas que no existen “atajos” para la república catalana sin una consulta pactada. También la portavoz Marta Vilalta, quien en rueda de prensa hace unos días afirmó que la “vía más rápida” es la acordada. No obstante, la desobediencia sigue presente, pero sólo como arma de presión para obligar al Estado a negociar un referéndum, y no para emprender un camino similar al de octubre del año pasado.
En el consejo nacional, también intervino Marta Rovira, secretaria general de ERC, por videoconferencia desde Suiza. La dirigente echó un capote a Aragonès antes de que este se dirigiera a los presentes: “Este país sólo avanza cuando genera complicidades y teje grandes consensos. Sólo así la opción del republicanismo puede resultar atractiva y puede ser mayoritaria. Es necesario que el republicanismo se siente, que hable; sólo de este manera se hace camino”, sentenció Rovira, al tiempo que apelaba al 3 de octubre del 2017, cuando se manifestaron centenares de miles de personas en protesta por las cargas policiales del 1-O.
Los republicanos buscan tejer alianzas más allá del independentismo y optar a un referéndum “verificable”