Trump dice que limpiará el “hedor” del Departamento de Justicia
Rod Rosenstein, vicefiscal general, niega haber conspirado contra el presidente
La afición de Donald Trump a las mentiras y las manipulaciones es conocida y está documentada (en 601 días en la Casa Blanca ha dicho 5.001 afirmaciones falsas o engañosas) pero no menor es su gusto por las teorías conspirativas, sea para cuestionar que Barack Obama naciera realmente en Estados Unidos, los efectos benéficos de las vacunas o las verdaderas intenciones de los refugiados sirios. La realidad, sin embargo, parece estar dándole en parte la razón en sus diatribas contra los funcionarios que trabajan secretamente desde las estructuras del Estado contra él, según se desprende de varias revelaciones periodísticas recientes.
“Hay grandes personas en el Departamento de Justicia, seguro que son el 95%” –dijo el presidente anteanoche, generoso esta vez en sus estimaciones–, pero “hay algunos tipos realmente malos”. Muchos ya se han ido pero queda “un hedor persistente y nos vamos a deshacer él”, prometió durante un mitin en Missouri. “Mirad lo que se está contando ahora del Departamento de Justicia y el FBI, mirad lo que está pasando”, insistió Trump ante miles de simpatizantes, sin citar a nadie por su nombre.
Los comentarios de Trump se produjeron horas después de que el diario The New York Times publicara que el número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, planteara a empleados de la Casa Blanca grabar sus conversaciones con el presidente para tener una prueba de su incapacidad para el puesto e invocar la enmienda 25 de la Constitución estadounidense que permite a sus colaboradores lanzar los trámites para inhabilitarlo. La información –basada en las notas de Andrew McCabe, exnúmero dos del FBI, despedido en marzo, entre otras fuentes– fue después confirmada por el Washington Post, ABC News y la CNN.
La oficina de Rosenstein envió un retorcido desmentido a los medios de comunicación. La información del Times es “inexacta y factualmente incorrecta” y se basa en “fuentes anónimas inclinadas contra el Departamento con sus propios intereses personales”, aseguró, antes de dejar claro que de acuerdo con sus relaciones personales con el presidente “no hay ninguna base para invocar la enmienda 25”.
Otras fuentes anónimas del Departamento de Justicia vinieron a confirmar que Rosenstein, en una reunión con representantes del FBI, habló de grabar a Trump pero afirman que lo hizo “de forma sarcástica”. McCabe, que no creyó que hablara en broma, lo anotó en sus informes, según otras fuentes citadas por ABC News. Rosenstein ha difundido un comunicado más diciendo que es “falso” que propusiera grabar en secreto a Trump.
Las informaciones sobre Rosenstein encajan en parte con la descripción de la actividad de la “resistencia interna” dentro de la Casa Blanca que hizo un alto cargo de la Administración Trump en un extraordinario artículo de opinión anónimo publicado hace dos semanas también por The New York Times pero en su sección de Opinión, blindada de la redacción de noticias y dependiente sólo del editor del diario. La Casa Blanca no ha reaccionado por ahora directamente a las informaciones sobre la supuesta conducta de Rosenstein, que lleva tiempo en la diana de Trump por su gestión de varios escándalos dentro del FBI y por no protegerle de la investigación especial del fiscal Robert Mueller sobre si su equipo de campaña hizo tratos con Rusia en los meses previos a las elecciones presidenciales del 2016.
Rosenstein habló de grabar a Trump pero “sarcásticamente”, según fuentes del Ministerio de Justicia