¿Por qué la yihad?
El Anagrama de Ensayo premia una reflexión sobre el islamismo radical
Drones frente a cinturones explosivos. Minúsculas aeronaves dirigidas desde miles de kilómetros de distancia como si fueran videojuego frente a combatientes que están dispuestos a emplearse a sí mismos como arma. A convertirse de ese modo en mártires. De un modo que además les impide ‘gozar’ de su propia acción. Es una de las imágenes icónicas de las que parte el texto con el que el filósofo argentino Dardo Scavoni obtuvo ayer el premio Anagrama de Ensayo en su 46ª edición. Está dotado con 8.000 euros.
La obra, que se publicará en noviembre, lleva por título El sueño de los mártires. Meditaciones sobre una guerra actual. Scavino, profesor de historia cultural hispanoamericana en la Universidad de Pau, en el sur de Francia, comenzó a pensar en escribir este libro el 12 de marzo del año 2004, al día siguiente de los atentados de Madrid: 191 muertos en cuatro trenes de Cercanías. Estudiantes, trabajadores, gente humilde en su absoluta mayoría. Fallecidos de 17 nacionalidades, heridos de 26. 17 de ellos marroquís, como la mayor parte de los integrantes del comando que lo cometió.
Scavino daba por entonces clase de español en Francia, y la reacción perpleja de los que eran de origen musulmán le llevó al folio en blanco.
“Escribo desde el asombro. Eso es lo que mueve la filosofía, el asombro. ¿Por qué chicos que son de aquí, que han nacido aquí, que son la tercera generación en un país europeo se van a Siria o a Irak?”, se preguntó ayer, en la rueda de prensa de anuncio del premio.
¿Por qué?
Esa es la pregunta. Scavino parte de la base de que “no existe una guerra de civilizaciones, como preconizó Samuel Huntington”, sino una guerra con dos apellidos: política y global.
Es política en tanto que muchos de los jóvenes que deciden actuar contra Occidente “ni siquiera saben los cinco preceptos del Islam”, tienen de su religión “apenas nociones” y quizás pertenecen a la tercera generación migratoria. No es que hayan nacido en Europa, es que también sus padres nacieron aquí. “Sólo hay una apropiación de la simbología religiosa, y a menudo un proceso de conversión de pocas semanas”.
Por todo ello, la solución debe ser “política”, en un sentido amplio. Meter el bisturí en la banlieu, en el ghetto, más que bombardear aldeas en la provincia de Nuristán.
“Una respuesta militar agravará más la situación”, alerta el ensayista.
Y es global porque, a diferencia de las guerras mundiales, que fueron entre estados, en este caso es de individuos (aunque se hagan llamar “estado islámico”) contra las sociedades occidentales. En los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, también 17 nacionalidades entre las 137 víctimas mortales; en los de Bruselas del 22 de marzo de 2016, de 14 países, con 35 víctimas (3 de ellos terroristas).
En nombre del jurado, el ensayista y crítico literario Jordi Gracia recordó cómo países islámicos como Afganistán mutaron “de aliados a enemigos” con sólo un mandato presidencial de por medio, de Ronald Reagan a George Bush. Cuando la URSS salió trasquilada de aquel país asiático, EEUU dejó de considerarlos amigos. Los abandonó, eso sí, armados y entrenados.
Scavino alerta de las consecuencias de este tipo de terrorismo desde el 11-S. Estados Unidos se ha arrogado la potestad para actuar en cualquier lugar y para arrestar a cualquiera y mantenerlo sin asistencia jurídica. No es inédito en la historia de la Humanidad, pero…
En la rueda de prensa Scavino citó varias veces a Al Suri: Mustafá Setmarian. Un sirio-español, residente en Madrid en los años 80, a quien se considera el inventor del terrorismo islámico moderno: atenta donde quieras, cuando puedas. Sin órdenes concretas, sin una estructura que puedan detectar los servicios policiales. Sin armas, sin explosivos, sin comandos enviados desde una cueva afgana. Un emir lanza una proclama. Los medios y las redes sociales la recogen. Alguien alquila un camión.
‘El sueño de los mártires. Meditaciones sobre una guerra actual’ se publicará en noviembre
“Escribo desde el asombro. Eso es lo que mueve la filosofía, el asombro”
¿Por qué chicos que son de aquí, que han nacido aquí, que son la tercera generación en un país europeo, se van a Siria o a Irak?”
Sólo hay una apropiación de la simbología religiosa, y a menudo un proceso de conversión de pocas semanas”