“Por mí seguiría en Barcelona el mayor tiempo posible”
Kazushi Ono, director titular de la OBC, que renueva dos años en el cargo
Kazushi Ono renueva dos temporadas más como director titular de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC). Cuando acabe su contrato en la temporada 2019-20, seguirá hasta el año 2022. ¿Por qué no cuatro años más? “Es lo que me han ofrecido, porque si por mi fuera seguiría con la OBC el mayor tiempo posible”, dice el maestro japonés, que por otra parte acaba de ser nombrado director artístico del New National Theatre de Tokio, donde además sigue al frente de la Tokyo Metropolitan Symphony Orchestra.
¿Cómo compaginará esa sobrevenida actividad en el teatro de ópera de su ciudad con la labor al frente de la OBC?
Ser director artístico no implica ser director musical ni tampoco intendente. Es una tarea más bien intelectual y organizativa, se trata de decidir títulos, escoger los repartos y los directores de escena, participar a veces en las audiciones... Y si me apetece dirigir algún título, ya es una tarea distinta. Yo ya venía ejerciendo de asesor artístico en el teatro de Tokio, por eso pude adjudicar a la OBC la Turandot que se hará por los Juegos Olímpicos allí, el julio próximo, con Àlex Ollé al frente del montaje, a quien por cierto invitaré también a hacer Carmen. Además, ahora podré establecer colaboraciones con otros teatros, que es algo de lo que ya he comenzado a hablar con Christina Scheppelmann, del Liceu.
¿Y el público barcelonés podrá ver alguna ópera japonesa?
Precisamente tenemos en marcha una ópera de un composición japonés, con libreto en inglés, para poderla exportar.
¿Y alguna ópera de repertorio, más de corte tradicional?
En Japón hay algunas que hacemos, pero raramente se han visto en Europa. Una forma de exportarlas es encargar el montaje a conocidos
directores de escena europeos.
¿Entonces no estará más ocupado que antes en Tokio?
En Japón paso tres meses y medio al año. El resto, en Barcelona o como invitado de otras orquestas. El contrato con la OBC implica diez semanas con dos extra, que puede ser la Mercè y la presentación de temporada, u otros extras. De hecho son de 12 a 15 semanas las que paso. Con la Metropolitan paso ocho semanas, pero sólo hacemos un concierto semanal.
¿Qué balance hace de sus ya tres temporadas con la OBC?
Tras haber trabajado con esa orquesta y conocer la ciudad y el país, soy consciente de que este es un lugar central en la cultura europea. Lo veo por ejemplo en la flexibilidad de la orquesta y las costumbres de la gente. La OBC puede hacer muy bien el repertorio germánico y también el latino, una mixtura que no encuentras en Alemania o en Francia, donde hacen las cosas muy a su particular manera, al igual que en Italia o en Gran Bretaña. Aquí hay una confluencia de culturas.
¿Cuál es su sonido ideal en una orquesta?
El que se corresponde con la imagen de la arquitectura de Gaudí, como la Sagrada Família; o con Montserrat. Es decir: bases muy sólidas y sonoridad muy rica que va construyéndose en la parte alta.
¿Qué repertorio tiene previsto hacer las próximas temporadas con la OBC?
Hemos hecho el ciclo de Brahms, las sinfonías de Beethoven y piezas corales como los réquiems de Dvorak y Verdi, y ahora quiero introducir la música del siglo XX que la OBC aún no ha hecho. Messiaen, Berg, Schönberg, Janácek, Britten. Es decir, tomando a Mahler como eje, hacer las músicas de su pasado y su futuro inmediato. La reponsabilidad es introducir piezas importante aún no muy conocidas. Y además habrá óperas en concierto.
¡Por fin tiene concertino! El rumano Vlad Stanculeasa, de 34 años, procedente de la ONE y de la Sinfónica de Gotemburgo.
Sí, y también primer flauta. Se estrenan este fin de semana con la 5ª de Mahler. Y le aseguro que veremos un nuevo rostro de la OBC. Por fin podemos hacer audiciones, cosa que antes era difícil por problemas financieros. Traer gente joven y talentosa es muy bueno para el futuro de la orquesta.
Seguirá hasta el 2020 con la OBC, y además es director artístico de la ópera de Tokio
“Desde el New National Theatre podré entablar colaboraciones con teatros como el Liceu”