Sánchez irá a elecciones si el independentismo no coopera
El presidente alerta a ERC y PDECat del riesgo de “priorizar el conflicto” El Gobierno elaborará un presupuesto con el techo de gasto del PP
EL PROBLEMA CATALÁN
Si los soberanistas priorizan el conflicto al acuerdo, “se acabó el mandato en España”
LAS CUENTAS DEL ESTADO
Sánchez confía en que, si tiene que asumir el techo de gasto del PP, sus aliados lo entiendan
FRANCESC PEIRÓN JUAN CARLOS MERINO
Pese a que su reiterada voluntad es agotar la legislatura en el 2020, e incluso prolongar su proyecto político hasta el 2030, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló ayer por primera vez de un posible adelanto electoral. Lo hizo en Nueva York, donde participa en la Asamblea General de las Naciones Unidas, al tiempo que en España arrecian los problemas para su Ejecutivo y, en particular, para algunos sus ministros que se ven en el ojo del huracán.
El presidente admitió ayer que su Gobierno depende de la cooperación de los independentistas catalanes. “La política es siempre un juego de prioridades. Si das prioridad al conflicto en lugar de a la cooperación, se acabó el mandato en España, tendríamos elecciones”, admitió literalmente Sánchez, en respuesta a Stephen Adler, presidente y editor jefe de Reuters.
El jefe del Ejecutivo y líder del PSOE esgrimió su posición de “defensa de la integridad territorial y la soberanía de España”, además de su reconocimiento de “la diversidad territorial y la identidad de Catalunya”. Y su política de diálogo y distensión con la Generalitat cree, además, que empieza a dar sus primeros frutos con acuerdos concretos, económicos entre otros. “Creo que dentro de la Constitución española y del Estatut podemos resolver el problema, creo que tenemos medios y espacio”, subrayó.
Pero, a renglón seguido, lanzó su advertencia sobre un posible adelanto electoral si las cosas en Catalunya van a mal. Si van bien, aventuró, “podemos llegar al año 2020”. “Esa es mi idea, mi meta”, reiteró.
No obstante, el presidente admitió que la debilidad parlamentaria de su Ejecutivo puede poner en cuestión incluso el proyecto de sus presupuestos generales del Estado. Y reconoció la dificultad de aprobar las ambiciosas cuentas que proyectó y que, gracias a la luz verde de Bruselas, contarían con 6.000 millones de euros extra para las inversiones estatales y, sobre todo, para las comunidades autónomas y la Seguridad Social. Por todo ello, lamentó el “comportamiento irracional” al que, a su juicio, está llegando la política española. Y se explicó: “Alcanzamos un acuerdo con la Comisión Europea para disponer de un 0,5% más de capacidad de gasto y endeudamiento”. Una Comisión Europea, por cierto, dominada por el centro derecha. La misma familia ideológica en la que se inscriben, en España,
el PP y Ciudadanos. Pero justo estos partidos, lamentó Sánchez, “están en contra de añadir este 0,5% al antiguo acuerdo”. “Esto –criticó– daña no sólo a la política social y al crecimiento económico, sino también a nuestro potencial. Tendríamos más posibilidades con ese 0,5% de deuda pública en nuestro PIB”.
Pero, ante el bloqueo que PP y Ciudadanos han desplegado en el Congreso y en el Senado para impedir tramitar las nuevas cuentas con la mayor capacidad de gasto, Sánchez asumió que “si tenemos que presentar el proyecto con los compromisos anteriores, lo haremos”. “Pienso que nuestros aliados entenderán que los hemos intentado, que hemos intentado sacar adelante ese nuevo acuerdo, pero que hemos tenido que adaptarnos a los anteriores”, confió el presidente del Gobierno, en referencia a los respaldos imprescindibles de sus “potenciales aliados” para las cuentas del año que viene: Unidos Podemos, el PNV, ERC y el PDECat.
Sánchez mantuvo no obstante su previsión de calendario presupuestario: “Presentaremos el proyecto a mediados de octubre en la Comisión Europea y a finales de noviembre en el Congreso”. Aunque si se ve obligado a rebajar la ambición de sus presupuestos, forzado por el PP y Ciudadanos, ya advirtió de que nada será lo mismo: “Tendremos que adaptar una agenda con cambios en muchos asuntos, desde la educación, el mercado laboral y el sistema fiscal”.
¿Y este fracaso en su proyecto presupuestario no le obligaría también a adelantar las elecciones? “No –rechazó–, porque al final son los dos partidos, el PP y Ciudadanos, los que han de explicar a los españoles por qué no quieren más recursos para nuestra educación, nuestra sanidad y el sistema de pensiones”.