Rafeques, pasión por el teatro
CARLES CANUT (1944-2018) Actor y director artístico del teatro Romea
Vatua, en Rafeques!”. Así recibían a mediados de los ochenta en Vostè jutja al personaje de Carles Canut. Un hombre sabio, como lo era fuera de la ficción, que pronunciaba en aquel concurso de Joaquim Maria Puyal otra frase que se hizo popular: “Le garantizo un juicio como es debido”. El personaje de Rafeques fue el gran salto a la popularidad para Canut (Gerri de la Sal, 1944), aunque ya llevaba haciendo teatro desde la universidad –donde dejaría Derecho tras dos cursos– y en los escenarios su nombre era bien conocido. Tras Vostè jutja le llegarían otros programas de gran fama, como la tertulia deportiva de Pitu Abril en TVE La barberia, donde daba rienda suelta a su espíritu perico frente a cinco políticos culés, pero su pasión teatral seguiría incólume. La mejor prueba es que hace un año y medio fue nombrado director artístico del teatro Romea, en el que había debutado en el año 1968 con El deseo cogido por la cola, una obra de 1941 del pintor Pablo Picasso. Cuando el Grup Focus le nombró director artístico ya batallaba contra la enfermedad. Desde hace dos años y medio le golpeaba un cáncer de pulmón, pero hasta este mismo agosto siguió discutiendo propuestas para el teatro que dirigía. Ayer su humor y su energía se apagaron a los 74 años. El velatorio tendrá lugar hoy desde las 15 horas en el tanatorio de Les Corts, el mismo lugar donde mañana a la una se llevará a cabo la ceremonia de despedida al popular actor.
Su primera obra, como amateur, tuvo lugar en el Institut d’Estudis Nord-americans de Barcelona. Con Santi Sans fundó Gogo, Teatre Experimental Independent, y montaron The beautiful people, de William Saroyan. Debutaría profesionalmente en el año 65 con la compañía de Núria Espert en A Electra le sienta bien
el luto, de Eugene O’Neill. Tras participar en las campañas nacionales de teatro, en el año 70 le contrataron como actor titular del Teatro Español de Madrid. Pero sólo un año después unos problemas laborales que se convirtieron en políticos le apartaron del teatro y se pasaría dos años en un negocio de exportación e importación, hasta que en 1973, momento en que se acababa de divorciar, marchó a Venezuela.
Allí, en un momento dulce del país sudamericano, haría de todo. Televisión primero y luego subdirector del grupo de teatro Rajatabla, del Ateneo de Caracas, con el que recorrería dos decenas de países y obtendría notables premios, entre ellos dos nacionales de teatro de Venezuela. Su estancia se alargaría una década y regresaría a España en 1983 al encadenar proyectos: Núria Espert le llamó para interpretar La tempestad bajo la dirección de Jorge Lavelli; Mario Gas le requirió para
L’òpera de tres rals y en el 85 ya comenzó a ser Rafeques.
Desde el año 1993 permanecería ininterrumpidamente en Focus. Daniel Martínez, presidente del gran grupo de producción y exhibición teatral, recordaba ayer visiblemente afectado que le contrataron para una comedia con Joan Pera, No et vesteixis per
sopar, en el Condal. Ya no se movió del grupo, en el que haría todos los papeles posibles. Aunque seguiría trabajando en televisión en series como Plats Bruts, Lo Cartanyà o, más recientemente
Cuéntame, en Focus encadenó obras y fue miembro de la compañía del teatro Romea –uno de los que gestiona el grupo– durante la etapa en la que lo dirigió Calixto Bieito, con el que haría montajes como Galileo Galilei (1997), El rei Lear (2002), Macbeth (2003) o
Plataforma (2006), por cuya interpretación recibió un premio Max en el 2008 al mejor actor secundario. Durante su trayectoria realizó más de 7.000 funciones.
“Teatralmente era insaciable”, señala Martínez, que lo recuerda como un hombre para el que lo más importante era la familia –tenía cuatro hijos–, que lo hacía”íntegramente feliz”. Un hombre que tenía “un humor cáustico pero muy espontáneo, siempre estaba contando chistes”. Desde el año 2006, Canut se convirtió en director de la Fundació Romea, que promueve conferencias, debates sobre el teatro y lecturas dramatúrgicas en el teatro de la calle Hospital y también se convirtió en miembro del comité de lectura de nuevos textos y asesor de contenidos de Focus. Por fin, desde el 2017 se convertiría en director artístico del Romea, cargo que ocupaba en la actualidad, un teatro para el que quiso apostar por la reflexión y los textos contemporáneos: precisamente esta pasada temporada fue uno de los intérpretes de Adossats, una comedia de Ramon Madaula dirigida por Jordi Casanovas que logró un gran éxito y a la que tenía que haber regresado este 13 de diciembre en su reposición.
Canut debutó en 1965 como profesional en la compañía de Espert y ganó popularidad en la televisión en los 80
Durante diez años trabajó fuera de España y, con base en Venezuela, recorrió dos decenas de países