Pantallas sobre pantallas
Aneesh Chaganty, director de la película ‘Buscando’
Aneesh Chaganty estrena su primer largometraje, Buscando, que se proyectó en el Festival de Sundance con gran éxito y que cuenta la historia de un hombre que busca a su hija misteriosamente desaparecida usando siempre imágenes de redes sociales.
Su historia personal bien podría servir para una película. El hijo de un ingeniero indio que fundó su propia empresa en Silicon Valley tuvo tanto éxito con su primer corto –generó un millón de visitas en YouTube en 24 horas–, que fue contratado por Google para que se ocupara de sus anuncios, un trabajo que mantuvo durante dos años. Aneesh Chaganty abandonó su privilegiado puesto para lanzarse a hacer su primer largometraje de forma independiente, pero en cuanto Buscando se proyectó en el pasado Festival de Sundance, en donde ganó dos importantes premios, comenzó una verdadera batalla para adquirir los derechos.
El filme cuenta la historia de un padre (John Cho) que busca a su hija misteriosamente desaparecida usando siempre imágenes de redes sociales, y en pantallas de ordenador, teléfonos móviles o tabletas. El realizador estadounidense estuvo el pasado junio en Barcelona con motivo del CineEurope, en donde concedió entrevistas ante la prensa internacional.
¿Dónde nació la idea de Buscando?
De muchas fuentes. La compañía productora que quería hacer esta película había hecho otro filme mucho tiempo atrás que ocurría en una pantalla, y querían volver a hacerlo. Me vinieron a ver y me dijeron que querían hacer un corto que transcurría en una pantalla de ordenador. Mi primera reacción fue decirles que me parecía bien, porque jamás se me ocurriría hacer una historia así como largometraje. Con Sev, mi guionista, les llevamos una idea para un corto, pero cuando escucharon nuestra propuesta nos respondieron que era mejor hacerlo en formato largometraje. Les dijimos que no y nos olvidamos del asunto, pero un mes después comenzamos a mensajearnos entre nosotros porque a él se le había ocurrido cómo empezar la película, con una escena que era una combinación entre un anuncio de Google y Up, la película de Pixar. Y a partir de ese momento sentimos que teníamos un
camino para hacer una historia emotiva, cautivadora, emocionante, y que a los tres minutos te olvidaras de que todo se cuenta en pantallas de móviles y de ordenadores.
¿Por qué eligió a una familia coreana para protagonizarla?
¿Por qué no? Cuando era niño me fascinaban las películas de acción y de suspense, pero nunca me vi reflejado en esas historias, ni siquiera en las del Canal Disney. Y si encontraba a alguien que se me parecía, usualmente era en un papel secundario o un estereotipo. En aquel entonces me dije que cuando creciera, si tenía la posibilidad de hacer películas, iba a poner a toda esa gente que no se ve usualmente en el cine pero contando historias que no tuvieran nada que ver con su grupo humano. En nuestra primera versión del guión el personaje principal se llama David Kim, y fuimos a buscar a John Cho porque me parece un actor asombroso.
¿Tuvieron que pagar a Facebook?
No. Desde un principio decidimos que había que contar esta historia usando los mismos sitios y aplicaciones que la gente usa todo el tiempo. Es que generalmente en el cine, cuando aparece internet, mensajes o sitios web, todo es inventado, es muy poco creíble y eso desconecta a la audiencia. Además, nos aseguramos de que todos estos sitios y aplicaciones se usen en el filme como todo el mundo los usa.
¿Cuáles fueron los desafíos de mantener una narración atractiva sin olvidarse de que todo se tenía que ver en una pantalla? Fueron muchos. Lo más importante era que esta historia tenía que ser cinematográfica. Desde el primer día el objetivo fue tomar objetos que usamos todos los días, como un móvil, una laptop, una pantalla, todos elementos que uno no asocia con el cine, y transformarlos en una experiencia creíble. Para poder lograr eso en un plano narrativo, la historia siempre tenía que estar evolucionando. También sabíamos que no podíamos filmar dos escenas que pudiesen parecer iguales. Hay sólo un diálogo por texto, dos escenas en Facetime. Lo de encontrar constantemente cosas nuevas en un plano técnico fue un gran desafío. Y a nivel de la historia, todo pasaba por que fuera un thriller clásico contado de una manera nada convencional.
El filme usa siempre imágenes de redes sociales, y en pantallas de ordenador o tabletas