Giulia Grillo
MINISTRA DE SANIDAD DE ITALIA
Giulia Grillo, ministra de Sanidad italiana y médico, no es antivacunas, pero rechaza la presión sobre las familias para que vacunen a los niños. Ahora Italia registra dos nuevas muertes por sarampión, seis en lo que va de año.
En Italia hay dos muertos más por sarampión. Dos adultos que no habían sido vacunados. Así lo señala el último informe sobre la enfermedad del Instituto Superior de la Sanidad italiano (ISS). No se trata de casos aislados, sino que en el país transalpino ya van seis muertos por sarampión en lo que va de año.
“En todos los casos, la causa de la muerte ha sido una insuficiencia respiratoria o una parada cardiocirculatoria”, escriben los expertos del ISS. “Todos los casos estaban sin vacunar en el momento del contagio”. Una de las víctimas tenía 29 años, y la otra, 51. Ambas murieron en la región de Sicilia, la más impactada por la epidemia, con 333 casos por cada millón de habitantes.
Hasta el 31 de agosto, Italia ha visto 2.248 casos de sarampión, lo que le convierte en uno de los países europeos que encabezan los contagios de esta enfermedad. En el brote de sarampión que afectó a Europa en el 2017, Italia contaba con el más de 5.000 casos de contagio, el 34% de todos los del Espacio Económico Europeo. La gran mayoría (el 89%) los sufrieron personas sin vacunar. En el 2015, sólo el 85% de los niños italianos tenían la primera dosis de la vacuna por sarampión.
La desconfianza de los italianos hacia las vacunas está muy ligada a la desconfianza hacia las mismas instituciones. El nuevo gobierno de Giuseppe Conte, formado por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga, recoge esta pulsión. Han logrado aprobar una ley que pospone un año los efectos de la normativa del anterior ejecutivo del centroizquierda, que desde el año pasado prohibía la escolarización de niños que no hubieran sido vacunados y preveía multas para los padres.
Pero el M5E siempre ha defendido la lucha contra las vacunas como uno de sus caballos de batalla. En el 2015 llegaron a proponer una ley para limitarlas porque las vinculaban al autismo, la leucemia, las alergias o el cáncer. La normativa anterior tenía que entrar en vigor este curso, pero de momento el M5E ha optado por ganar tiempo.
Para la ministra grillina de Sanidad, Giulia Grillo, que es médico, la epidemia de sarampión que sufre el país les da la razón porque “demuestra que obligar a las vacunas puede ser necesario, pero no suficiente para la prevención”, ha dicho en el Senado italiano. Ella se define como una persona a favor de las vacunas (está embarazada y ha dicho que quiere vacunar a su hijo), pero piensa que la mejor opción es que sean los padres quienes decidan si vacunar o no a los niños. “El aumento de coberturas que ha producido la obligatoriedad (del anterior Gobierno) en las generaciones de recién nacidos no ha interrumpido la difusión de la enfermedad”, afirma Grillo. Porque, a su juicio, lo más importante para interrumpir la epidemia no es sólo vacunar a los niños, sino “promover la vacunación entre los trabajadores sanitarios” y “potenciar mucho la comunicación social”.
Dentro del mismo Gobierno populista hay voces a favor y en contra de las vacunas, lo que explica que de momento apuesten por retrasar la obligatoriedad a la espera de que se aclaren las partes. Los niños ahora pueden ir a la escuela sin un certificado médico que pruebe que han sido vacunados. Grillo, personalmente, ha dicho que el sarampión es una de los casos que ella haría obligatoria la vacunación. Pero otros que forman parte del mismo Gobierno se oponen radicalmente. El ministro del Interior, Matteo Salvini, llegó a decir poco después de acceder al poder que algunas de las diez vacunas que el anterior ejecutivo estableció como obligatorias en el 2017 no sólo son “ineficaces”, sino también “peligrosas”.
La posición del Gobierno populista ha provocado el rechazo de la comunidad científica italiana e internacional. Es el caso del inmunólogo Roberto Burioni, de la Universidad San Raffaele de Milán, que se enfrentó personalmente con Salvini tras sus peligrosas declaraciones. “En un año ha habido un aumento especial de las coberturas”, explica Burioni, que recuerda que las coberturas de vacunación por sarampión en Italia son iguales que las de Namibia e inferiores a las de Ghana. “Los niños que no están vacunados pondrán en peligro a otros niños en la escuela que son demasiado pequeños para las vacunas o no pueden ser vacunados porque sufren enfermedades inmunosupresoras”, advierte
El Ejecutivo pospone la obligatoriedad de que los escolares estén inmunizados para ir a clase