“Les hemos dado una silla con la pata rota”
Sí, las mujeres han accedido a las carreras científicas. Sí, se están sentando en las mesas donde se toman decisiones “pero les hemos dado una silla con la pata rota”. Así lo señalaba el martes Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación durante las jornadas Mujeres en la Ciencia, en el Parlamento Europeo. Ha habido avances, señalaba, pero insuficientes y especialmente quiso subrayar que en el ámbito de la ciencia no se está tratando igual a hombres y mujeres. En el imaginario colectivo el científico se identifica con un “hombre”, muchas veces un friki con el pelo revuelto, con efectos perversos para quien no encaja con este molde masculino. El ejemplo más grave de las consecuencias de no encajar con este modelo, señaló el comisario, es el de las científicas que se toman alguna baja para ser madres. Se las aparta del desarrollo de sus respectivas especialidades. Tienen menos acceso a las redes de contactos y se quedan fuera de los ciclos de financiación. Su carrera sufre. Esta es la silla con la pata rota y que se debe cambiar. Moedas puso como ejemplo el programa Marie Sklodowska Curie, donde se apoya las carreras de las científicas que han sido madres y durante algún tiempo han tenido que frenar sus investigaciones. Una flexibilidad, dijo, que ha de trasladarse a todo el ámbito científico.