Liderazgo en infraestructuras
LA inauguración la pasada semana del AVE que cubre los 450 kilómetros de desierto que separan La Meca de Me dina, ciudades santas del islam en Arabia Saudí, es reflejo de la potencia internacional que ha alcanzado el sector español de infraestructuras, como en su día lo fue también la ampliación del canal de Panamá. Con el inicio de la crisis en España y la caída en picado de la obra pública, hace ahora diez años, las grandes empresas constructoras españolas intensificaron la conquista del mercado exterior para sobrevivir. El resultado ha sido un éxito sin precedentes, hasta el punto de que se han colocado entre los grandes líderes mundiales del sector.
La experiencia en la construcción de grandes infraestructuras, así como de extensas redes de ferrocarril, en la línea de lo que supuso la implantación en España del AVE, dotó al sector nacional de una amplia experiencia, conocimiento, tecnología y profesionales especializados que se pusieron al servicio de las grandes obras públicas en todo el mundo. Puede decirse que en la actualidad hay seis empresas españolas entre las más importantes del mundo del sector de desarrollo de infraestructuras.
Como se recogía en el reportaje publicado ayer domingo en la revista Dinero, el sector de la construcción español gestiona obras públicas repartidas por los cinco continentes por más de 40.000 millones, mientras que un 40% de las concesiones que hay en el mundo son también españolas. El sector ferroviario en concreto tiene presencia de empresas de nuestro país en un centenar de proyectos internacionales. El año pasado este sector exportó por valor de 8.200 millones de euros. Uno de sus mayores activos es que abarca toda la cadena, desde la planificación hasta la puesta en servicio, pasando por la construcción de la infraestructura y la fabricación de los trenes.
El gran reto de España es consolidar y ampliar la importante presencia que ha alcanzado en el sector internacional de infraestructuras. El gobierno del Partido Popular, en este sentido, puso en marcha el Plan de Internacionalización del Transporte y las Infraestructuras 2018-2020 para fomentar una estrategia coordinada que permita a las empresas competir por las oportunidades de licitación de los nuevos proyectos de infraestructura que hay en el mundo y que están valorados en más de 2,5 billones de euros en los próximos diez años. Es fundamental intensificar al máximo la colaboración entre el sector privado y el público, ya que normalmente se trata de operaciones en que la política ejerce también una función importante para el logro de los posibles contratos y para la imagen del país, que conviene cuidar para preservar el gran activo logrado por el sector de la construcción en el exterior.