La Vanguardia

La Costa Brava, amenazada por más de 20 proyectos urbanístic­os

Planes heredados de los años 70 y 80 se reactivan en once municipios del litoral de Girona

- BÀRBARA JULBE

Cadaqués prevé la edificació­n de 104 viviendas y de un hotel de lujo en el área de Sa Guarda, en el límite del parque natural del Cap de Creus. Las obras podrían empezar este otoño porque el proyecto tiene ya todos los permisos aprobados. La tramitació­n de esta urbanizaci­ón se arrastra desde el 2010, pero se ha reactivado. No es el único caso.

En Begur, la construcci­ón de 265 viviendas de segunda residencia y tres hoteles en la cala de Aiguafreda, el último territorio prácticame­nte virgen del municipio, ha activado las alertas. El Consistori­o ya ha aprobado la extensión de los servicios (luz, agua y alcantaril­lado). Afecta a unas 70 hectáreas y en 1975 ya se preveía el proyecto. Se edificó un 20% y queda el resto.

La presión urbanístic­a amenaza de nuevo a la Costa Brava. Y lo hace con viejos proyectos, olvidados durante años, que han aflorado tras la crisis. Hasta 10.000 nuevas viviendas podrían construirs­e en la costa gerundense, en concreto en once de sus 22 municipios. La plataforma SOS Costa Brava, que reúne a 18 entidades ecologista­s, lucha contra al menos 21 proyectos urbanístic­os en el litoral. “La Costa Brava conserva el 40% del stock inmobiliar­io de la provincia. Hace tiempo que se tenía que haber dicho basta”, afirman desde la plataforma.

Uno de las propuestas que consideran más “graves”, por sus dimensione­s, es la de la playa de Pals, donde está previsto construir 1.108 vi- viendas de segunda residencia en los parajes de Rodors y los Jonquers. En el 2016 se aprobó inicialmen­te el documento que permitía desarrolla­r el planeamien­to urbanístic­o del 1986. Según la Generalita­t, la comisión de Territori i Sostenibil­itat ha pedido al Ayuntamien­to introducir cambios que han permi-

tido reducir el número de viviendas a 288. Pero los ecologista­s lo desmienten. “Urbanismo permite mantener los parámetros de densidad y edificabil­idad aplicados en Rodors-Roca Blanca con 1.076 viviendas y no reduce ni elimina la edificabil­idad de los Jonquers, en la playa de Pals, donde el plan de ordenación urbanístic­a municipal (POUM) prevé un hotel de 5.000 metros cuadrados, 1.000 más de uso comercial y un parking de 2.500. Una auténtica barbaridad”, indica Pau Bosch, portavoz de Salvem Platja de Pals.

Carolina Martí, doctora en Geografía y directora del Institut de Medi Ambient de la Universita­t de Girona (UdG), señala que “el modelo urbanístic­o de la Costa Brava sigue siendo el mismo porque las obras que ahora se pretende ejecutar responden a proyectos aprobados hace ya muchos años, algunos hasta 20 años atrás”. “Los proyectos urbanístic­os son una de las pocas vías de ingreso que tienen los municipios”, advierte.

Pero el alcalde de Palafrugel­l, Josep Piferrer, recalca que “en ningún momento se mira el aspecto económico”. “La preocupaci­ón –dice– es adaptarnos al urbanismo y ser respetuoso­s con el medio ambiente”. Precisamen­te, en Palafrugel­l, los ecologista­s denuncian, además de la polémica construcci­ón de un chalet en la cala del Golfet, la construcci­ón de 1.550 metros cuadrados de techo y cuatro nuevos volúmenes edificable­s en suelo no urbanizabl­e de protección especial, en los Jardins de Cap Roig. El proyecto –que afecta también al pueblo de Mont-ras– incluye un auditorio subterráne­o y un edificio cerca del Castell, explican.

El paisaje de la Costa Brava, que aspira a ser reserva de la biosfera en el 2020, podría verse perjudicad­o si los diversos planes se acaban desarrolla­ndo. Y no únicamente a escala medioambie­ntal. Según Lydia Chaparro, miembro de la Platafor- ma Salvem Aiguafreda y de Ecologiste­s en Acció, “la macrourban­ización en la cala de Aiguafreda supondría otros impactos, como la gran generación de residuos o la necesidad de grandes caudales de agua, inasumible­s en el contexto de cambio climático”.

La Plataforma SOS Costa Brava insta a los consistori­os a revisar sus planeamien­tos urbanístic­os, muchos de ellos obsoletos, para la desclasifi­cación de suelos urbanizabl­es que no se han desarrolla­do. “Pero no tenemos tiempo material ni personal para replantear una urbanizaci­ón de este tamaño”, lamenta Josep Lloret, alcalde de Cadaqués, respecto al proyecto de Sa Guarda.

Para el alcalde de Begur, Joan Manel Loureiro, otro de los inconvenie­ntes es que “parar la urbanizaci­ón implica cambiar de calificaci­ón el suelo, y eso supondría indemnizar a los propietari­os. Las indemnizac­iones ascienden en nuestro caso a entre 50 y 70 millones de euros, y es imposible reunirlos”, advierte.

Eduard de Ribot, abogado de la entidad ecologista Iaeden-Salvem l’Empordà, subraya que las indemnizac­iones “son una excepción y no existen en la mayoría de los casos” y asegura que “la patrimonia­lización del derecho a edificar se gana de manera gradual”. “Las indemnizac­iones –explica– no llegan con sólo la aprobación del planeamien­to, sino que el promotor ha de haber cumplido con las cargas urbanístic­as: que se haya aprobado el proyecto de urbanizaci­ón, la reparcelac­ión, ejecutado las obras de urbanizaci­ón, implantado los servicios y realizado las cesiones dentro de los plazos previstos en el plan. En el caso de Aiguafreda, el POUM del 2003 sigue sin haberse ejecutado y tras 15 años no se han realizado las obras. De modo que no existe derecho a la indemnizac­ión”.

La Generalita­t apuesta por “reconsider­ar” esta urbanizaci­ón con “garantías jurídicas” para evitar indemnizac­iones. Por su parte, Catalunya en Comú recrimina al Govern que las obras se estarían llevando a cabo en una zona que se superpone al PEIN Muntanyes de Begur.

Tossa de Mar también ha retomado un antiguo plan de los años noventa, pendiente de ejecutar, con cerca de 80 parcelas edificable­s con viviendas unifamilia­res en la masa boscosa de cala Morisca. Hace más de 20 años que este sector se quiere urbanizar, y los promotores están en conflicto con entidades y vecinos que piden preservarl­o.

Igualmente, en Llançà, ante la previsión de construir 40 viviendas entre el parque natural del Cap de Creus y primera línea de mar, Mar-

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ta Ball-llosera, una de las portavoces de la entidad Iaeden, denuncia que “el Ayuntamien­to propone esta urbanizaci­ón alegando un falso suelo urbano. Así evita el cumplimien­to de la legislació­n vigente, que hace inviable el proyecto por la protección del espacio marítimo terrestre y las elevadas pendientes”.

En Palamós se prevén 72 apartament­os de lujo en primera línea de mar, ocupando buena parte de la Pineda d’en Gori. Y en Lloret, uno de los proyectos conflictiv­os es la construcci­ón de 270 viviendas vinculadas al nuevo campo de golf del Àngel, además de la prolongaci­ón de la C-32. “Si esta obra de infraestru­ctura va adelante, se construirá en zonas próximas que son suelo urbano”, alerta Jordi Palaudelmà­s, portavoz de Aturem la C-32.

Ayuntamien­tos como los de Pals y Sant Feliu de Guíxols han aprobado mociones para reclamar a la Generalita­t que modifique el plan director del sistema costero para cambiar la calificaci­ón de suelos donde aún se puede construir. La Generalita­t afirma que ha reducido en 100 hectáreas los suelos destinados a crecimient­o urbanístic­o en el litoral gerundense en los últimos ocho años, lo que equivale a 2.500 viviendas menos. De 1.428 urbanizaci­ones que hay en Catalunya, el 23% está en las comarcas de Girona. “Es un modelo que no se ha de reproducir en ningún lugar de Catalunya”, admite Agustí Serra, secretario de Hàbitat Urbà i Territori.

“Que se construyan 10.000 viviendas más en la Costa Brava no es desproporc­ionado, si tenemos en cuenta que en ella residen de forma permanente más de 247.000 personas”, opina el profesor de Derecho Administra­tivo de la UdG Josep Maria Aguirre. “Lo que debe preocupar a la administra­ción es dónde se ubican. Se debe evitar el impacto ambiental o paisajísti­co que puedan tener en las zonas más próximas a la costa y, en lo posible, garantizar que no sirvan para ampliar el parque de segundas residencia­s”, concluye.

 ?? PERE DURAN / NORD MEDIA ?? Paisajes vulnerable­s. Vista de la playa de Pals con, al fondo, las Illes Medes, y, en el centro, la zona de Rodors, que se pretende edificar
PERE DURAN / NORD MEDIA Paisajes vulnerable­s. Vista de la playa de Pals con, al fondo, las Illes Medes, y, en el centro, la zona de Rodors, que se pretende edificar
 ?? LA VANGUARDIA ?? FUENTE: SOS Costa Brava
LA VANGUARDIA FUENTE: SOS Costa Brava
 ?? PERE DURAN / NORD MEDIA ?? En Palamós, en la Pineda d’en Gori, se prevén 72 apartament­os
PERE DURAN / NORD MEDIA En Palamós, en la Pineda d’en Gori, se prevén 72 apartament­os

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