SOS a los ayuntamientos para abrir más centros de menores
Una de las dos nuevas instalaciones de emergencia está ubicada en los barracones que ocupó un instituto del Eixample
Las aulas en módulos prefabricados que durante varios cursos albergaron a los estudiantes de un instituto del Eixample barcelonés alojan, desde el pasado fin de semana, a hasta 60 menores migrantes. La dirección general de Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) lleva meses buscando nuevos recursos para dar salida al incremento de llegadas de jóvenes sin la compañía de ningún adulto, la mayoría procedentes de Marruecos pero también del África subsahariana.
A los barracones que hasta este verano ocuparon alumnos del Eixample se ha sumado en las últimas horas un segundo centro con capacidad para 20 personas. Además de a Ensenyament y a otros departamentos de la Generalitat, el SOS de la DGAIA también se dirige a ayuntamientos y consejos comarcales para conseguir más espacios de acogida. De hecho, de los seis centros de emergencia anunciados por la directora de la DGAIA, Georgina Oliva, cuatro podrían ponerse en marcha, según sus palabras, en Girona, Lleida, Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre.
Además de estas 80 plazas de urgencia, la DGAIA informó ayer en un comunicado que se han creado otras 30 en centros de primera acogida e integración, en los que se trabaja la escolarización y la formación profesional del joven, además del aprendizaje del catalán y el castellano.
Las nuevas plazas han servido para que los niños y adolescentes que en algunos casos llevaban hasta once noches durmiendo en comisarías de los Mossos pudieran ser trasladados a estas infraestructuras. No obstante, el flujo de llegadas no cesa, y nadie garantiza que no haya menores que tengan que pasar más tiempo del deseable en dependencias policiales.
Cabe recordar que entre el 1 de enero y el 15 de septiembre Catalunya ha recibido a un mínimo de 2.156 jóvenes migrantes que no han alcanzado la mayoría de edad. Aunque el grueso están en la franja de 15 a 17 años, la DGAIA ha asumido la tutela de menores de doce que han culminado rutas desde algún punto del continente africano. Las estadísticas de la DGAIA indican que entre el 2010 y el 2015 se contabilizó en Catalunya una media de 382 jóvenes migrantes al año; en el 2016, fueron 687; en el 2017, 1.500, y se prevé cerrar el 2018 con unos 3.000.
Si se mantiene la actual tendencia, durante el 2019 podría duplicarse esta cifra alcanzando los 6.000, tal como alerta un informe del Síndic de Greuges de Catalunya. Dicho documento insta a la Generalitat a que reforme en profundidad el sistema de protección de menores para asistir en condiciones a este colectivo, teniendo en cuenta que la urgencia en la habilitación de plazas “ha comportado problemas importantes en la calidad de la atención prestada”. También subraya deficiencias a causa de recurrir a profesionales sin la formación ni la experiencia necesarias.
La DGAIA se dirige a los entes locales para conseguir de manera urgente más espacios de acogida