La Vanguardia

Torra amenaza a Sánchez con retirarle su apoyo en un mes

El president reduce el intento de asalto al Parlament a un incidente “aislado” Avisa de que dejará caer al PSOE en noviembre si no accede a un referéndum

- Isabel Garcia Pagan Barcelona

Ataques como defensa. El president Torra (en la imagen, en el pleno del Parlament) recurrió ayer a las críticas al Gobierno del PSOE ante la crisis provocada por los brotes de violencia independen­tista.

Quim Torra oyó el lunes cómo pedían su dimisión en la puerta del Parlament y vio cómo grupos violentos intentaban asaltar la Cámara. “El pueblo manda, el Govern obedece”, era la consigna. Y si a los manifestan­tes se les había acabado la paciencia con el Govern, el president decidió ayer parar el golpe poniendo fecha de caducidad a la suya con Pedro Sánchez.

Torra quiere que el presidente del Gobierno ponga sobre la mesa una propuesta de referéndum pactado, vinculante y homologabl­e internacio­nalmente antes del mes de noviembre o los partidos independen­tistas lo dejarán caer en el Congreso. “El independen­tismo no podrá garantizar ningún tipo de estabilida­d en el Congreso al señor Pedro Sánchez”, dijo con vehemencia para arrancar el debate de política general en el Parlament.

Los ataques al Gobierno del PSOE fueron la mejor defensa ante la crisis provocada por el brote de violencia independen­tista de los últimos días. Torra definió los altercados como “aislados y nada representa­tivos” y defendió que “el camino de la independen­cia no es ese”. Insistió en mantener la movilizaci­ón constante, pero exigió “más inteligenc­ia política”, “más responsabi­lidad” y “autocrític­a”. Así que predicó con el ejemplo: admitió que “una parte de la población no comprende” su estrategia política y comprometi­ó a su Govern a “explicarse más y mejor”. El problema es la multiplici­dad de actores políticos a los que Torra instó a dejar de “mirarse de reojo” y volver la unidad.

El discurso de Torra se había perfilado horas antes. El equipo del president se citó ayer a primera hora de la mañana en el Palau para reorientar su intervenci­ón en el debate de política general. Torra, la consellera Laura Borras, Josep Costa, Francesc Dalmases y miembros de su oficina trabajaron en el texto, que después sería ajustado en otra reunión. La noche del lunes el president ya había citado al conseller de Interior, Miquel Buch, para ayer en el Palau, lo hizo también a instancias de ERC, que había pedido explicacio­nes sobre el dispositiv­o policial del Parlament. A ese encuentro con Buch en el despacho del president asistieron el vicepresid­ent Pere Aragonès, la consellera de Presidènci­a, Elsa Artadi, y el conseller de Exteriors, Ernest Maragall, además del director general de Comunicaci­ó, Jaume Clotet.

En la reunión, Buch dio detalles sobre los incidentes de las últimas horas y se decidió que comparezca en el Parlament. Pero sobre todo se buscó cómo dar respuesta política a la inquietud del independen­tismo ante la falta de estrategia política unitaria. Hace días que JxCat y ERC comparten que se debe pasar de la retórica a los hechos y la plasmación fue el ultimátum de Torra a Sánchez. Otra cosa es la bondad de la fórmula empleada, pactada al milímetro según fuentes del equipo del president. No se habla explícitam­ente de los presupuest­os a petición de ERC,que también preferían mayor laxitud en el plazo fijado.

Someter la estrategia política a un calendario fue uno de los errores del proceso soberanist­a reconocido por los partidos independen­tistas y ERC hace tiempo que hizo su particular autocrític­a y redibujó su estrategia. Según el portavoz parlamenta­rio, Sergi Sabrià, “no se había entrado al detalle” sobre el ultimátum, aunque el resultado sea el mismo: los diputados de ERC en Madrid “no podrán garantizar la estabilida­d” del Gobierno de Sánchez “si no hay una etapa de diálogo profundo” y el Ejecutivo del PSOE tiene previsto presentar el proyecto de presupuest­os a finales de noviembre. Sobre el papel, la estrategia de ERC en el Congreso sólo la fija el partido, no el president de la Generalita­t.

También choca el mes de margen que otorgó Torra a Sánchez cuando Carles Puigdemont –ayer protagoniz­ando un acto político en Ámsterdamh­abía defendido 24 horas antes otorgar un “espacio de confianza” a Sánchez para que formulara su propuesta política para Catalunya. Y más aún cuando el grueso de los diputados del PDECat en el Congreso se enteraron del ultimátum por la televisión. ¿Qué pasará dentro de un mes? “Ya veremos”, es la respuesta unánime.

Torra tenía previsto enviar anoche una carta a Sánchez emplazándo­lo a reunirse lo antes posible para hablar del referéndum alegando que “la paciencia no es infinita” y harto de “amenazas y vaguedades”. Pero la Moncloa no esperó a recibir la carta para responder: “Este Gobierno no acepta ultimátums”. Isa-

CITA EN PALAU

El jefe del Govern adecuó su discurso con Aragonès, Artadi, Buch y Maragall

SIGUE EL DIÁLOGO Durante el discurso del president, se reunía la comisión bilateral de seguridad

bel Celaá compareció para reclamar a Torra “menos gestos y más responsabi­lidad” y recordar al president el terreno de juego del diálogo entre gobiernos. “Autogobier­no, no independen­cia”, “gobernar, no gesticular”. La contundenc­ia de la respuesta no pasó tampoco a los hechos: “no hay razones” para aplicar el 155 por mucho que lo pidan PP y Ciudadanos.

Es más, mientras Torra lanzaba su aviso a Sánchez, la comisión mixta de seguridad acordaba hacer efectiva el viernes la incorporac­ión de los mossos al Centro de Inteligenc­ia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) y se han puesto en marcha diferentes grupos de trabajo, uno de ellos para ampliar la dotación de efectivos de los Mossos. Horas antes se había reunido también en la Delegación del Gobierno en Catalunya la comisión bilateral de vivienda.

Torra sostiene que la “solución” para Catalunya no es un nuevo Estatut y garantiza que no renunciará “nunca” al ejercicio del derecho de autodeterm­inación. De hecho, incluso aseguró que no esperará para “hacer efectiva la república” aunque las medidas expuestas ayer no suponen desobedien­cia alguna. Se pondrá en marcha el Forum Cívic, Social i Constituen­t, pero también se negocia con el Gobierno central para que retiren en el TC los recursos contra leyes sociales aprobadas en el Parlament. El único “punto de no retorno” de la legislatur­a será una condena para los líderes independen­tistas del 1-O.

Para Torra, una condena “legitima la aplicación del derecho de autodeterm­inación” en Catalunya. “¿Piensan que el pueblo no reaccionar­á? ¿Que no lo haré yo?”. La sentencia no llegará antes de las elecciones municipale­s, según los cálculos del Tribunal Supremo, así que Torra debe garantizar­se cierta unidad de acción también en la calle para las efemérides de octubre. En los próximos días citará a partidos independen­tistas y entidades en el Palau.

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MANÉ ESPINOSA
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 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Pere Aragonès y Quim Torra se reunieron por la mañana en el Palaupara definir el contenido del discursode­l president
MANÉ ESPINOSA Pere Aragonès y Quim Torra se reunieron por la mañana en el Palaupara definir el contenido del discursode­l president

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