Leopoldo Pomés
FOTÓGRAFO Y CINEASTA
Conocido como creador de las burbujas Freixenet y del spot de Terry con la rubia cabalgando un caballo blanco, Leopoldo Pomés recibe el premio Nacional de Fotografía “por haber participado en la configuración del imaginario colectivo”.
Las burbujas de Freixenet son obra suya. Lo mismo que el spot del brandy Terry con la rubia cabalgando un caballo blanco. A estas y otras creaciones icónicas de la segunda mitad del siglo XX se refiere el jurado del premio Nacional de Fotografía cuando, al justificar su fallo de este año, afirma que el barcelonés Leopoldo Pomés ha contribuido a “configurar nuestro imaginario colectivo”. Los jueces del galardón, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 30.000 euros, también atribuyen al premiado “la introducción de un nuevo lenguaje fotográfico dentro de la publicidad, con una mirada renovada a la sociedad de su época”.
Leopoldo Pomés (Barcelona, 1931) no es sólo un gran fotógrafo y cineasta publicitario, sino uno de los pioneros de la modernización de la imagen en España. Su mirada especial y las influencias debidas al contacto que mantuvo con los artistas y escritores de su tiempo forjaron en él un poderoso impulso creativo.
Cineasta, dibujante, poeta, empresario y gastrónomo, además de fotógrafo y publicista, Pomés se compró su primera cámara en 1946, y en el 52 inició su prolífica andadura como profesional. Pronto entró en contacto con el grupo vanguardista Dau al Set, formado por el poeta Joan Brossa, el filósofo Arnau Puig y los pintores Joan Ponç, Antoni Tàpies, Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats.
En 1955, Pomés mostró sus trabajos por primera vez, en una exposición celebrada en las Galeries Laietanes de Barcelona. La muestra le valió algunas críticas por incluir una serie de retratos tomados con una técnica rupturista y alejada de las propuestas de las agrupaciones fotográficas de la época. Sin embargo, los miembros de Dau al Set, que habían posado para él, elogiaron el trabajo.
En 1961, el fotógrafo creó junto a Karin Leiz, su pareja, los Estudios Pomés. Fue entonces cuando abrió el foco de su actividad para dedicarse también al cine y a la publicidad. Todo un acierto. En 1965 fue premiado en el Festival de Cine Publicitario de Cannes, y seis años después obtuvo el León de Oro por la misma especialidad en la Mostra de Venecia. Otros hitos de su carrera fueron la celebrada exposición que protagonizó en 1982 junto a Català-Roca, Xavier Miserachs y Oriol Maspons; la muestra Toros que en el 95 llevó a ARCO y al Centro Andaluz de la Fotografía, y la gran retrospectiva que en 1997 se hizo de su obra en el Palau de la Virreina de Barcelona. Otra gran retrospectiva de su obra fue la organizada en el 2015 en la Fundación Catalunya La Pedrera, que luego pudo verse en Madrid de la mano de la Fundación Canal de Isabel II.
De sus modelos para retrato, Pomés solía decir: “Me enamoraba de ellos, de sus gestos, de la personalidad. Me dejaba seducir por la persona para sacar algo, una cosa que me impresionaba”. Después de lo cual era él quien seducía al espectador.
El artista polifacético ha sido un pionero indiscutible de la modernización de la imagen en España