Torra avisa de que una condena por el 1-O legitimará la autodeterminación
“Será el punto de inflexión y de no retorno de esta legislatura”, advierte el president
A pesar de que la voluntad de Quim Torra sería completar los cuatro años de mandato, es perfectamente consciente de que “la legislatura está condicionada a la resolución de las sentencias” sobre la causa del 1-O, de manera que si son condenatorias marcaran un “punto de no retorno” que “legitimará el derecho de Catalunya a la autodeterminación”, subrayó en la intervención inicial del que era su primer debate de política general en el Parlament. “Si condena a los presos políticos y exiliados, el Estado español estará legitimando ante el mundo el derecho de Catalunya a la autodeterminación, a convertirse en un Estado”, y “sobre la sentencia de los presos construiremos nuestra causa justa”, advirtió.
El presidente de la Generalitat remarcó que, en este supuesto, el pueblo de Catalunya no aceptará la condena y reaccionará y que él mismo tendrá “la obligación y la determinación de canalizar el rechazo mayoritario”. ¿Cómo? Esto es lo que no aclaró. No concretó si lo haría con el adelanto de las elecciones, con la convocatoria de un nuevo referéndum o incluso con la proclamación de una independencia que el 27 de octubre del pasado año no pasó de ser declarada por el Parlament. Lo dejó todo abierto y lo único que certificó es que “el día de las sentencias, si son condenatorias, será el punto de inflexión y de no retorno de esta legislatura” y que el Govern las considerará “la causa justa que legitima la aplicación del derecho de autodeterminación de la nación catalana”.
En este sentido, sí recordó, de todas formas, que del mismo modo que “hace un año el Govern organizó un referéndum y fue la gente la que lo ejecutó y lo convirtió en una gran victoria, volveremos a hacerlo tantas veces como sea preciso para defender nuestros derechos civiles, sociales y políticos hasta alcanzar el cumplimiento de la democracia y la libertad”. “No nos detendremos hasta hacer efectivo el resultado del referéndum, no estamos aquí para administrar una autonomía ni para recrearnos en palabras vacías, estamos aquí para hacer efectiva la república catalana”, proclamó, y llamó, para conseguirlo, a recomponer la unidad entre instituciones, organizaciones civiles y ciudadanía, porque “esta misma unión convertirá el día de las sentencias en un nuevo día de la victoria”.
En espera de la sentencia del 1-O, que se retrasará como mínimo hasta después de las elecciones municipales y europeas de mayo del 2019, Torra se comprometió a aplicar, mientras tanto, el “mandato republicano” surgido precisamente de aquel referéndum de hace un año, una vez superada la fase de restitución de las instituciones tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, “incompleta porque falta el retorno del president Puigdemont”, precisó. Y lo hizo situando, por un lado, la oferta de negociación con el Estado español en el centro y dibujando, por otro, una acción de gobierno que se basa en seis principios genéricos: la reciente creación de la Oficina per a la Defensa dels Drets Civils i Polítics, la constitución a mediados de mes del consejo asesor del Fòrum Cívic, Social i Constituent, la movilización permanente en defensa de los derechos civiles, sociales y nacionales, un calendario de recuperación de las leyes sociales suspendidas por el Tribunal Constitucional, la personación de la Generalitat como acusación popular en todas las causas de persecución política abiertas, y el ultimátum a Pedro Sánchez de que si antes de noviembre no presenta una propuesta para que Catalunya pueda ejercer el derecho de autodeterminación, el independentismo le retirará el apoyo en el Congreso.
A partir de aquí, la intención es que la actuación del Govern se vaya concretando en el contenido del plan de gobierno aprobado la pasada semana y que gira alrededor de cuatro ejes: un país cohesionado con derechos y oportunidades para todos, una economía próspera, responsable y sostenible, gobierno abierto y calidad institucional, y una Catalunya abierta al mundo. Y dentro de estos bloques, el presidente de la Generalitat anunció –en un discurso de más de una hora contenido en veintitrés páginas– medidas como una ley de igualdad de trato y no discriminación y el impulso de diversos pactos nacionales, entre ellos uno contra la violencia machista, otro para la sociedad del conocimiento y otro para las personas con discapacidades, y la voluntad, entre otras, de convertir a Catalunya, por ejemplo, en una smart nation de referencia internacional.
“No estamos aquí para administrar una autonomía, estamos aquí para hacer efectiva la república catalana”