Chanel convierte el Grand Palais de París en una playa para su desfile
Karl Lagerfeld saludó al final del desfile junto a Virginie Viard, su mano derecha y quizás su relevo en la firma
En la invitación ya se daba una pista: llevar calzado cómodo. Pero la sorpresa llegó cuando los invitados entraron en el Gran Palais, de París, para asistir al desfile de Chanel y se encontraron en una playa paradisiaca, de arena fina y agua turquesa con suaves olas. Era el escenario ideal para que Karl Lagerferld presentara la colección para la primavera-verano 2019, más veraniega que nunca y más Chanel que nunca, convirtiendo el tradicional tweed en tejido playero.
Esta vez las modelos no han desfilado por unas calles adoquinadas de París, ni por un supermercado, ni entre las ruletas de un casino, a los pies de la torre Eiffel o entre cohetes, como en desfiles anteriores, sino que han paseado descalzas por la orilla, ante la atenta mirada de los vigilantes de la playa, sentados en sus torres. Es por eso que en este desfile no podía faltar Pamela Anderson, la eterna vigilante de la playa. La actriz cambió el popular bañador rojo por un traje de chaqueta blanco y pasó del photocall reglamentario para corretear por la playa recordando la serie que la lanzó al estrellato. Los que sí pasaron por el photocall fueron la cantante y actriz Vanessa ParadIs, la modelo Ines de la Fresange, el cantante Pharrell Williams, la modelo Poppy Delevingne, la escritora Anne Berest, las actrices Astrid Berges-Frisbey, Mia Goth y Anne Brewster, y, por supuesto, Anna Wintour, la editora de Vogue, entre otros.
Otra de las sorpresas del desfile ha llegado al final, cuando Karl Lagerfeld, el director creativo de Chanel desde 1983, salió a saludar paseando por un embarcadero de madera. Y por primera vez lo ha hecho acompañado de Virginie Viard, su mano derecha, que llegó ala maison francesa en 1987 como becaria. Su presencia ha sido interpretada como que el kaiser, que acaba de cumplir 85 años, ya está pensando en la retirada y en dejar la firma en manos de Viard.
La colección para la próxima primavera-verano ha rejuvenecido. Ha sido como un guiño a la juventud y a los millennials. Uno de los detalles que más han llamado la atención ha sido que los bolsos, como el clásico modelo acolchado 2.55, se llevan colgados a pares en bandolera, unidos por las tiras. Y en homenaje a la playa ha sacado el bolso con forma de pequeña pelota de plástico.
Las gorras y los sombreros de paja serán imprescindibles para el próximo verano, así como las mallas ciclistas, que aunque son deportivas se combinan con las americanas más clásicas de la firma, que realzan los hombros, dándoles un aire masculino. Y en las manos, mitones, unas de las señas de identidad de Lagerfeld.
El negro y el blanco siguen mandado en las propuestas de Chanel, con otros colores pasteles como el rosa el amarillo o el
Pamela Anderson fue la invitada estrella del desfile y correteó por la ficticia orilla como una vigilante
beige. Y algunos pequeños estampados en bañadores y pareos.
Está claro que Chanel tiene ganas de playa, pero también de seguir las tendencias, por eso se ha apuntado a la de poner el nombre de la firma en sus prendas y todo tipo de objetos como camisas, camisetas, vestidos, jerséis, gorras, cinturones, bolsos, carteras, collares, pendientes o pulseras, para dejar bien claro quien manda en la moda.