Las bicis y los patinetes compartidos necesitarán permiso municipal previo
La posible expansión de las bicicletas y los patinetes compartidos en Barcelona y las ciudades de su entorno han llevado al Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) a mover ficha antes de que sea un auténtico descontrol. La competencia es municipal, así que el ente metropolitano ha entregado unas recomendaciones técnicas a los 36 ayuntamientos que conforman la metrópoli para que las integren en sus ordenanzas y las adapten a las normativas locales.
La principal propuesta es que se establezca la obligatoriedad de un permiso municipal previo a las empresas que gestionan flotas de vehículos compartidos para que puedan estacionar y dejar patinetes y bicicletas en el espacio público. Se trata de regularizar lo que hoy por hoy todavía se encuentra en un limbo legal. Aun así, en Barcelona opera Scoot desde principios del verano con un millar de bicis eléctricas y el visto bueno del Ayuntamiento, que apoya las bicicletas compartidas pero se mantiene alerta ante los posibles problemas derivados del mal uso de algunos usuarios que no aparcan en los sitios establecidos. En l’Hospitalet hay 216 bicis de Mobike desde hace apenas dos semanas como parte de una prueba piloto que el gobierno municipal está siguiendo de cerca para tener una postura clara sobre los nuevos medios de transporte. En cambio, los intentos de diferentes empresas para desplegar una red de patinetes eléctricos por minutos tanto en Barcelona como en l’Hospitalet han sido rechazados por los consistorios.
El mismo documento técnico que busca regular estas prácticas económicas también incluye recomendaciones de circulación que deberían introducir los ayuntamientos en sus normativas. “Es imprescindible ordenar el espacio público para que todos puedan convivir, hay que reconocer los derechos y los deberes de cada uno”, dice el vicepresidente de Movilidad del AMB, Antoni Poveda.
La sugerencia pasa por hacer circular a los patinetes por los carriles bici y sin auriculares ni utilizando
El Àrea Metropolitana recomienda cambios en las ordenanzas municipales para regular estos vehículos
el teléfono móvil. Los que tienen motor eléctrico podrán moverse también por la calzada, y cuando vayan por la acera (porque no tengan más remedio) deberán hacerlo con precaución y evitando poner en peligro al resto de los usuarios de la vía. Los que no son eléctricos, en cambio, no podrán circular por la calzada.