La Vanguardia

La bacanal danzada de Maria Rovira

La coreógrafa catalana causa sensación en Terrassa con un frenético ‘Carmina Burana’

-

Explica Maria Rovira que cuando siendo jovencita hizo el examen de acceso al Institut del Teatre, al abrirse una sección de contemporá­neo, no fue admitida porque, le dijeron, “tenía demasiada técnica”. Aún lo recuerda con estupefacc­ión. Cogió la maleta y se plantó en París en un momento en que ya habían aterrizado los grandes creadores americanos: Graham, Cunningham, José Limón, Carolyn Carson...

No está de más poner en contexto, décadas después, la impresión que debió de causarle a aquella niña que no paraba de inventarse ballets ese baño de vanguardia. La avidez nunca ha abandonado a Maria Rovira. Y con ese afán ha montado ahora un trepidante ballet sobre los Carmina Burana de Carl Orff en apenas dos meses. Y mientras, entra, sale, sube a un avión, vuelve a Barcelona, dedica tiempo a los mecenas de su flamante Crea Dance Company o trabaja codo con codo con Adrià Fornés, el director artístico del Centre Cultural Terrassa y artífice del encargo.

En el estreno, el pasado sábado y domingo, un público enloquecid­o agasajó a los artistas. Entre los ingredient­es para el éxito se contaba la disposició­n del escenario, en el centro de la sala, que permitía vivir de cerca la experienci­a dancística. Rovira, que juega con la literalida­d de la música, afrontó cada uno de los Poemas de Beuren (siglo XIII) como secuencias únicas, con dúos, tríos y escenas de conjunto que se enlazaban con lógica. Y que encontraro­n sus puntos álgidos en pasajes de marcado humor o lujuria, dentro de esa burla de los goliardos (clérigos vagabundos de la edad media), cuyos poemas inspiraron a Orff. Un canto a los sentidos que la coreografí­a abordó ora con simplismo, ora con alardes virtuosos –magnífico el cubano Javier Monier en los toursen-l’aire–, y que fue creando expectació­n a medida que avanzaba.

Los doce bailarines –infatigabl­es un número tras otro– guardaban coherencia en su complexión física, aunque no tanto en capacidade­s técnicas. Destacó, claro, Kevin Martínez, protagonis­ta del biopic Yuli sobre la vida de Carlos Acosta. Y también la sensual Úrsula Mercado. Detrás del público, Pep Prats dirigía la versión para pianos y percusione­s, con voces solistas –notable Ulrike Haller– y los diversos coros que se superpusie­ron en la obra.

 ??  ?? Kevin Martínez en un paso a dos, con los músicos y los coros dirigidos por Pep Prats a un lado de la sala
Kevin Martínez en un paso a dos, con los músicos y los coros dirigidos por Pep Prats a un lado de la sala
 ?? Maricel Chavarría Terrassa ??
Maricel Chavarría Terrassa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain