‘Penultimátum’
LA dirección de ERC se quedó tan estupefacta como indignada cuando oyó en el Parlament, por boca del presidente catalán, el ultimátum lanzado a Pedro Sánchez. Quim Torra dijo, sin pestañear, que o el Gobierno de España se comprometía con un referéndum de autodeterminación en noviembre o dejarían de prestarle su apoyo en el Congreso. En las horas siguientes, Torra tuvo que dar explicaciones a los socios de ERC, pero también a algunos de los dirigentes de su propio partido que no entendían las prisas por crear una crisis que aboque a unas elecciones generales.
En el día de ayer, Gabriel Rufián se desmarcó de la iniciativa: “Los últimátums los carga el diablo”. Y poco después, el portavoz d’ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, replicaba en la Cámara mirando a Torra que el país necesita “menos gesticulación y más estrategia”, para añadir que “quien prometa atajos, o es un ingenuo o nos engaña”. Entre los diputados del PDECat en Madrid el desconcierto era grande y no sabían muy bien qué decir cuando les preguntaban por el alcance del pulso planteado por Torra.
Mientras, en el PSOE se dibujaba una estrategia por si hubiera que convocar a las urnas en los próximos meses. Incluso hubo quien propuso votar las generales al mismo tiempo que las elecciones andaluzas, lo que podría suceder antes de acabar el año. A la misma hora, el presidente de la Generalitat enviaba una misiva a Pedro Sánchez invitándole a reunirse en Barcelona, tal como acordaron en julio pasado tras su encuentro en la Moncloa. En la carta no se habla de ningún ultimátum, aunque solicita poder dialogar de todo en profundidad, también de la autodeterminación.
La sensación es que las palabras del president del martes fueron sólo un penultimátum .Lo peor es la sensación de que nadie lleva el timón en el Palau. Con
Mas, como mínimo, había uno colgado en la pared del despacho.