El Supremo anula el indulto a Fujimori y ordena su detención
La justicia peruana revisa la medida de gracia del presidente Kuczynski
Perú sigue agitado. Un juez de la Corte Suprema anuló ayer el indulto “humanitario” a Alberto Fujimori (1990-2000) y ordenó su detención y encarcelamiento. El exmandatario autócrata, de 80 años, fue indultado en vísperas de la pasada Navidad por el entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski, que en marzo se vio obligado a dimitir, acusado de corrupción, y fue sustituido por Martín Vizcarra.
Fujimori quedó “bastante consternado” y “muy preocupado”, según su abogado, Miguel Pérez, que dijo que su cliente le preguntó si la decisión judicial era “legal”. “Teóricamente no era posible”, indicó Pérez, a pesar de los cuestionamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El letrado agregó que el fallo responde a “razones políticas”.
“Es hora de que se acabe con la impunidad”, declaró Gloria Cano, abogada de las familias de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, por las que Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel, entre otras sentencias. “Es una noticia que estábamos esperando”, añadió Cano, que había recurrido la medida de gracia ante la CIDH. “Sabíamos que el indulto era ilegal y no correspondía haberse entregado porque se trataba de graves delitos como asesinato”, afirmó.
El exgobernante pasó doce años en un recinto policial de Lima, cumpliendo la pena máxima de 25 años tras condenas por lesa humanidad y corrupción. El polémico indulto, largamente reclamado por su hija, la excandidata presidencial Keiko Fujimori, llegó finalmente cuando Kuczynski iba a ser destituido por el parlamento en un primer impeachment y se salvó gracias a los votos de parte de los diputados fujimoristas. Tras recibir la medida de gracia, Fujimori pidió perdón en un vídeo y se recluyó en su casa de Lima, permaneciendo en silencio.
En junio la CIDH cuestionó el indulto y recomendó al Estado peruano revisarlo. El tribunal americano constató distintas irregularidades en la decisión y los argumentos de Kuczynski, destacando que el entonces presidente estaba presionado por el impeachment y poniendo en duda la gravedad del estado de salud del autócrata. Además, la CIDH indicó que el decreto de Kuczynski no mencionaba que Fujimori había sido condenado por violaciones de los derechos humanos.
“Es doloroso saber que un juez en nuestro país le ha quitado la libertad a mi padre, señalando que porque no está moribundo no tiene derecho a un indulto humanitario”, manifestó Keiko Fujimori al llegar ayer a casa de su padre. Entre lágrimas, la líder opositora tildó la medida de “persecución” y “ensañamiento” de “todos nuestros enemigos políticos”.
La anulación del indulto es la enésima noticia que convulsiona en los últimos meses a Perú, sacudido por casos de corrupción que salpican a todos los expresidentes desde Fujimori. Además, en julio se desveló otra trama corrupta en el poder judicial que colmó la paciencia de los peruanos y llevó a Vizcarra a proponer reformas constitucionales. Éstas deben ser sometidas a un referéndum que el fujimorismo bloqueaba hasta que recientemente el presidente amenazó con disolver el Parlamento y forzar elecciones.
El expresidente se dice “consternado”, mientras su hija Keiko denuncia “persecución” y “ensañamiento”