La moneda local rec ya circula por el Eix Besòs
Finalizada la prueba piloto, en un año se espera un movimiento económico de 1,5 millones de euros en recs en diez barrios
Barcelona ya ha puesto en circulación el rec (recurso económico ciudadano), la moneda local, en diez barrios del Eix Besòs. La prueba piloto cuenta con 86 comercios y paradas de mercados adheridas y 315 usuarios del proyecto B-Minicome, una iniciativa social de innovación urbana apoyada por la Unión Europea. Los primeros compradores son usuarios que perciben una renta social del Suport Municipal d’Inclusió y que obligatoriamente reciben el 25% de su paga en moneda rec.
El rec es una moneda digital que se utiliza a través de la aplicación móvil, que permite hacer pagos de forma instantánea, sin costes añadidos. Basta con descargarse en el teléfono la aplicación Rec Barcelona a través de Google Play y darse de alta. Un rec equivale a un euro que se podrá gastar en los comercios y entidades adheridas, que a su vez lanzarán ofertas y promociones de fidelización para la clientela.
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, se refirió al rec como una “herramienta fundamental para reforzar el comercio de proximidad y fidelizar a los clientes”, pero sobre todo para “evitar la desertificación de los barrios”. Las compras en recs fomentan que el gasto de los vecinos no se dirija únicamente “a grandes superficies o al comercio electrónico”.
La prueba piloto en Barcelona se inicia en 10 barrios del Eix Besòs, en los distritos de Sant Andreu, Sant Martí y Nou Barris, un área con más de 100.000 habitantes, el 7% de la población de la ciudad. De momento no llegan al centenar los comercios adheridos, aunque el volumen de recs que ya circula es de 42.590 euros en 300 familias. Según Martí
315 beneficiarios de rentas sociales perciben el 25% en moneda social para fomentar las compras de proximidad
Olivella, de Novact, la entidad social que impulsa la moneda ciudadana, una vez se estabilice el número de usuarios, que según sus cálculos pueden llegar a las 50.000 personas en un año, en esta primera ronda circularán 700.000 euros en recs. Si se mantiene la tendencia de otras ciudades que ya cuentan con monedas complementarias, “esta cifra se puede multiplicar por tres”. Sólo durante el primer año, con el dinero del Suport Municipal d’Inclusió “llegaremos a un movimiento económico de un millón y medio en los diez barrios”.
La presentación oficial de la nueva moneda barcelonesa tuvo lugar en el mercado del Besòs. Allí se dieron cita los impulsores, los políticos, los usuarios, pero también los detractores de la iniciativa. “Muchos son recelosos a cualquier pago que no sea en metálico”.
Los promotores estudian nuevos atractivos para que los ciudadanos fidelicen el rec. “Estudiamos algún tipo de bonificación”, admiten, aunque el verdadero beneficio ra- dica en “favorecer un nuevo tipo de economía social” en la ciudad.
Jordi Montía, propietario de una pescadería en el mercado, reconocía no haberse sumado al proyecto. “No puedo pagar a mis proveedores con recs”, afirma, y añade: “Todo lo que invierto en recs no lo puedo utilizar para mi negocio”, por lo que profesionalmente no es atractivo.
En cambio, a otro pescadero que responde al nombre de Jack le entusiasma la idea y ya ha empezado a gastar sus recs en el mercado. “La intención es que la moneda circule entre los compañeros” para hacer las compras domésticas, explica.
En lo que respecta a los usuarios de rentas sociales que perciben el 25% en recs, algunos se mostraron visiblemente molestos por la obligatoriedad. Otros, como Soumia Sebti, son entusiastas de la nueva modalidad de pago, que ya tienen instalada en el teléfono. “Es una tranquilidad porque no salgo con dinero de casa para hacer la compra”, y agradece que se hayan sumado comercios halal a la iniciativa.