La portavoz de los padres de Nadia: “Son unos estafadores, me siento utilizada”
Una forense afirma que no hay pruebas de que la vida de la niña corriera peligro
La segunda jornada del juicio del caso Nadia fue demoledora para sus padres, Fernando Blanco y Marga Garau. La vista de ayer arrancó con el testimonio de una forense del Instituto de Medicina Legal de Lleida que corroboró que la vida de la niña –aquejada de tricotiosdistrofia, una enfermedad de origen genético de las consideradas raras– no corría ningún peligro en la época en la que sus padres pedían de forma desesperada donaciones al asegurar que Nadia se moría.
Esta perito citada por la Fiscalía, a priori imparcial, corroboró que en la bibliografía médica no hay constancia de ningún tratamiento reconocido para curar esa dolencia, ni tampoco constancia documental de que Nadia fuese sometida a alguna terapia experimental, aunque sí está documentada la supervivencia más allá de los treinta años de personas con la misma enfermedad que Nadia.
Y confirmó que en el historial médico de la niña que obra en esta causa no constan ni las visitas, operaciones o tratamientos en hospitales extranjeros (la pareja hablaba mucho de Houston) a las que sus padres se referían en sus entrevistas en los medios de comunicación cuando pedían dinero para poder realizar esos costosos viajes y alargar así la vida de la niña.
Tras la declaración de esta forense se inició la tanda de interrogatorios a ciudadanos con buen corazón que se creyeron la versión de Fernando y Marga y les dieron apoyo en las campañas de donaciones. Y fue entonces cuando llegó el turno de Mercè, vecina de Figols y una de las personas que más intimó con los padres de Nadia, entre el 2013 y el 2016, la época en la que pareja vivió en un chalet de alquiler en esa población del Alt Urgell. Merçé, impresionada por su historia, se erigió como portavoz del matrimonio. “Ellos me decían que era de su familia y yo les repetía lo mismo”, respondió esta mujer cuando el fiscal le preguntó sobre la relación que mantuvo con Fernando y Marga. Una implicación incondicional que ha pasado factura a esta vecina de Figols, tal y como quedó evidente ayer durante su declaración en el juicio. Las emociones y lo vivido pudieron con Mercè, que explotó durante el interrogatorio: “Son unos estafadores, jugaron con las emociones de la gente, me siento utilizada”, afirmó. Tenía a escasos metros a Fernando y Marga, que ayer ya no se sentaron juntos y optaron por ocupar los asientos de los extremos del banquillo de los acusados, dejando vacía la silla del medio.
El relato de Mercè, de ser cierto, dibujaría la verdadera cara de los padres de Nadia. “Él nos dijo que tenía cáncer de pancreas, lo que añadió más dramatismo a la historia”, recordó esta testigo. Mercè sostiene, por otro lado. que Marga ha interpretado en esta trama el mismo papel que su marido. Y justificó esa afirmación (la madre de Nadia se ha presentado en este juicio como una mujer que se creía todo lo que le decía su marido) con un episodio que Mercé afirmó haber confirmado esta misma semana. “En una reunión de padres en el colegio de Organyà, donde estudiaba Nadia, asistió Marga el día en el que se informó del reparto de papeles para una representación de Navidad. Le dijeron que Nadia haría de ángel y entonces Marga rompió a llorar y dijo a esos padres que su hija igual no estaría viva ya para esas fechas”.
Esa reacción de Marga, en otoño del 2015, dejó tocados a los padres de los escolares que compartían colegio con Nadia. Se unieron para organizar rifas y sorteos para recaudar dinero con el que pagar las caras operaciones que, según sus padres, precisaba su hija para no morir. Una burbuja que fue creciendo hasta que Fernando y Marga fueron detenidos en diciembre del 2016.