El Nobel de la Paz premia la lucha contra las violaciones de guerra
Los galardonados son el ginecólogo congolés Denis Mukwege y Nadia Murad, activista yazidí
El Comité Noruego del Nobel ha valorado el esfuerzo de dos activistas contra la violencia sexual como arma de guerra. Denis Mukwege ha entregado su vida a defender a las víctimas, mientras que Nadia Murad ha prestado su testimonio para denunciar los abusos y ayudar a otras mujeres.
La lucha contra la violencia sexual como arma de guerra ha sido la causa distinguida este año por el premio Nobel de la Paz, que ha recaído en dos de sus caras más visibles: el ginecólogo congolés Denis Mukwege, que acumula años asistiendo a víctimas de violaciones y abusos, y la activista yazidí Nadia Murad, víctima ella misma de las atrocidades del Estado Islámico, que la capturó y la vendió como esclava sexual.
El comité noruego del Nobel, encargado de entregar el prestigioso galardón, ha valorado los esfuerzos de los dos activistas para acabar con la violencia sexual en guerras y conflictos armados, considerando su “crucial contribución” para sacar a la luz y combatir estos crímenes de guerra. De Denis Mukwege ha destacado que ha “entregado su vida” a defender a esas víctimas, mientras que de Nadia Murad ha reconocido el valor de su testimonio a la hora de explicar los abusos que ella y otras mujeres han sufrido y siguen sufriendo.
“Ambos, cada uno a su manera, han ayudado a visibilizar la violencia sexual en tiempos de guerra, para que los que la perpetran puedan ser responsabilizados por sus acciones”, remarcó la presidenta del Comité, Berit Reiss-Andersen, que consideró que éste es un requisito fundamental para “conseguir la paz y garantizar los derechos de las mujeres”. En la rueda de prensa de ayer desde Oslo quiso enviar un mensaje de alerta al mundo: “Las mujeres, que en la mayoría de comunidades constituyen la mitad de la población, están siendo usadas como arma de guerra y necesitan protección”, mientras que sus perpetradores siguen saliendo indemnes. “El objetivo último [del premio] es acabar con este crimen y con la impunidad”. Remarcó que es imprescindible “no sólo tomar conciencia de que se trata de un comportamiento criminal, sino procesar a los responsables e informar de todos los casos”, e instó a las naciones y a la comunidad internacional a asumir responsabilidades.
El comité defendió que su decisión sigue firmemente los criterios detallados en la voluntad de Alfred Nobel: “Denis Mukwege y Nadia Murad pusieron en riesgo su seguridad personal al combatir valientemente los crímenes de guerra y buscar justicia para las víctimas”, de modo que han promente, movido la fraternidad de las naciones a través de la aplicación de los principios del derecho internacional.
Mukwege (63 años), que hacía años que figuraba entre los nominados al Nobel de la Paz, lleva cerca de 20 años ayudando a las víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo, que ha sufrido dos largos periodos de guerra civil que han dejado más de seis millones de muertos. Desde el hospital Panzi de Bukavu, el ginecólogo y su equipo han tratado de forma gratuita a miles de pacientes agredidas sexual- muchas de las cuales necesitan cirugía tras ser violadas.
Ayer desde ese hospital Mukerge dedicó el premio a “las mujeres de todos los países del mundo heridas en conflictos y enfrentadas a la violencia cada día”. “Queridas supervivientes –destacó–, con este premio el mundo os está escuchando y rechaza la indiferencia... Esperamos que el mundo no retrase más la puesta en marcha de acciones en vuestra ayuda, con fuerza y determinación, porque la supervivencia de la humanidad
DENIS MUKWEGE
“Ha entregado su vida a asistir a las víctimas de la violencia sexual en RD Congo”
NADIA MURAD
“Rechazó aceptar que las mujeres deban mantenerse calladas y avergonzadas”