Tensión en los Mossos
La policía catalana ya es miembro de pleno derecho del Citco
El mal ambiente entre Mossos y Govern desde el pasado 1 de octubre se notó ayer en la inauguración del curso académico de la policía catalana.
Un veterano de protocolo de la Generalitat confesaba ayer frente a un buen café: “Si no vienen, la noticia es que ellos te han hecho un feo. Si no les invitas, tú pasas a ser el titular por tu mal gesto”. Ninguna autoridad policial estatal, ni judicial, ni política, ni social fue invitada ayer a la inauguración del curso académico 2018-2019 del Institut de Seguretat Pública de Catalunya, en Mollet del Vallès. Con la sala de actos llena de alumnos, altos cargos de la Conselleria d’Interior y algunos mandos de los Mossos y de los bomberos de la Generalitat, el conseller Miquel Buch entró muy serio, y un silencio largo y tenso lo inundó todo.
Justo hacía un año, ese mismo trayecto a pie hasta su butaca provocó una sonora ovación de varios minutos dedicada al mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, entonces jefe del cuerpo. La entrada del actual jefe, Miquel Esquius, pasó desapercibida. El comisario mantuvo la discreción de la que hace gala desde que fue nombrado y se sentó junto al jefe de los bomberos, David Borrell.
Precisamente labores de extinción es lo que se necesita en estos momentos para sofocar el incendio que prende desde el sábado pasado en el colectivo de los policías. Esta tarde está convocada una manifestación en Barcelona en la que los mossos reivindicarán mejoras salariales y exigirán dejar de ser instrumentalizados. La última concentración reunió a mil policías a las puertas de la conselleria, y es toda una incógnita qué puede pasar esta tarde, porque los sindicatos no están movilizando a sus afiliados como en la anterior protesta.
El acto de ayer en el Institut de Seguretat significó la reaparición de Buch tras una tensa semana en la que ha permanecido desaparecido públicamente. El conseller tenía la oportunidad de recuperar una complicidad que se le resiste con el colectivo policial. Arrancó sus palabras asegurando que se siente “orgulloso” de los Mossos porque son una de las policías “más importantes de Europa” y reconoció que hacen un trabajo “poco agradecido, a veces cuestionado y poco reconocido, pero indispensable”.
El ambiente era frío, como las palabras de Buch en un discurso sin referencias a las últimas polémicas, salvo el momento en el que dijo que era necesaria la autocrítica para mejorar. La clase magistral fue impartida por el director de TV3, Vicent Sanchis, que defendió la calidad del producto de los profesionales de la televisión pública catalana. A los policías les recordó que, “como a los medios de comunicación, sólo nos quedan la credibilidad y el prestigio” para seguir trabajando.
Quienes ya trabajan como miembros de pleno derecho en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) son los Mossos. Ya se han puesto en marcha los programas informáticos que permiten a la policía catalana introducir sus operaciones. El comisario Ferran López fue a Madrid para presentar al inspector Jordi Vila como el representante permanente de Mossos en el centro. “Nos han recibido con los brazos abiertos”, aseguró satisfecho un responsable policial.
El conseller dice sentirse orgulloso de los agentes en un acto al que no se invitó a ningún cargo estatal