Teletrabajo y vivienda
En las grandes ciudades tenemos un grave problema con el precio de los inmuebles, tanto en venta como en alquiler. Una de las causas, a la cual quizás no se ha prestado la merecida atención, es cómo está configurado el mercado laboral.
Debido a que la mayoría de los trabajos requieren de la presencia del trabajador, este tiene que residir en la localidad donde trabaja o en los alrededores. Esto se traduce en presión demográfica, que, a su vez, presiona el precio de los inmuebles al alza.
Si ese trabajo se pudiera desarrollar total o parcialmente de forma remota, la elección del lugar de residencia se ampliaría. La población se distribuiría de forma más equitativa por el territorio y el mercado inmobiliario se relajaría. Hoy contamos ya con la tecnología suficiente para ello.
Es el momento de ayudar a que este fenómeno se implante por el bien común. Solamente hace falta la voluntad necesaria por parte de
los empresarios para llevarlo a cabo. Para ayudar a cambiar hábitos el Gobierno debería introducir políticas en favor de esta modalidad de trabajo incentivando a las empresas en su implantación.
Estoy seguro de que se pueden encontrar soluciones efectivas con un coste para las arcas publicas muy reducido. Creo que todos saldremos ganando.
VICENS FAYOS OLONSO Barcelona