Ballesteros saca pecho por los Juegos del Mediterráneo
El alcalde de Tarragona dice que el acontecimiento “ha ido bien”, evita la autocrítica y destaca que se hizo en “las peores condiciones”
Los Juegos del Mediterráneo siguen levantando pasiones cuatro meses después de su clausura. El polémico pleno monográfico para evaluar el certamen y debatir su legado evidenció ayer que los Juegos han sido un éxito rotundo a ojos del gobierno municipal y un fracaso absoluto según la oposición. Con el balance económico oficial sobre la mesa, incluido el 15% de entradas vendidas, el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), defendió a capa y espada el impacto positivo del acontecimiento.
“Mal que les pese, los Juegos han ido bien, en una situación de enorme dificultad política, social y económica hemos salido adelante, hemos estado a la altura, hemos demostrado que en las peores condiciones posibles somos capaces de organizar un evento de dimensión internacional”, argumentó.
El alcalde, sin perder la calma, con un tono reposado y en momentos sonriente, aseguró que Tarragona 2018 será una referencia. “Hemos hecho historia aportando nuevos elementos: el modelo de villa mediterránea; el programa educativo que será copiado en los Juegos Olímpicos; o el plan de formación y al alud de voluntarios”, añadió.
El único mea culpa que se escuchó del gobierno (PSC y PP) en las casi tres horas del pleno temático fue por el bajo número de entradas vendidas (28.490), cinco veces menos de lo previsto, que generaron ingresos de medio millón de euros, un 30% de lo esperado (1,7 millones). “No nos satisface porque estuvieron por debajo de nuestras expectativas. ¿Qué podría explicarlo? La coincidencia con el Mundial; la falta de puntos físicos de venta de entradas en las sedes; la confirmación de deportistas que llegó muy tarde; o la falta de promoción de los Juegos. Podríamos haber gastado más, pero no queríamos gastar lo que no teníamos”, dijo Javier Villamayor, edil responsable de los Juegos. “El ingreso por las entradas no ha sido el que esperábamos”, dijo Ballesteros sin hablar de las razones.
La oposición criticó la falta de público e interés y la imagen proyectada durante la controvertida ceremonia inaugural por la falta de símbolos de Catalunya y de Tarragona. El alcalde aseguró que ofrecieron a los castellers participar, pero “no quisieron”. También tuvo respuesta para las acusaciones de haber favorecido la presencia de banderas españolas. “Sectores independentistas declararon el boicot porque venía el Rey, fueron estos sectores quienes renunciaron a estar, por la razón que sea dejaron el campo abonado para que hubiera otra simbología diferente, y esta es la puñetera verdad”, apostilló.
El alcalde incluso imitó a un exentrenador del Barça (Van Gaal) para reprochar la actitud de Pau Ricomà, portavoz de ERC. “Sólo negativo, nada positivo, sólo negativo... Y esto va de coña para la ciudad, claro; es probablemente una de las causas por las que los Juegos no tienen tan buena imagen como querríamos”, criticó.
El pleno de los Juegos fue precedido ayer por otro monográfico dedicado al caso Inipro de presunta corrupción política. No se aportaron novedades, con una excepción. Ballesteros, que anunció la pasada semana que se presentará a la reelección, admitió que han tenido y seguirán teniendo “ciberactivistas voluntarios” a favor de su imagen y la del PSC en Tarragona, pero negó que se les haya pagado con dinero público, como sostiene el juez. PDECat y CUP pidieron su dimisión por las acusaciones de corrupción que llevarán al alcalde a juicio si no prospera su recurso en la Audiencia de Tarragona.
PDECat y CUP piden en otro tenso pleno su dimisión por el caso de corrupción que lo sentará en el banquillo