Talento natural
ÁNGEL GARCÍA LATASA (1929-2018) Exdirector de publicidad de ‘La Vanguardia’
Hace 40 años, la revista Control publicaba una entrevista en su sección Los almuerzos de Slogan con Ángel García Latasa (Bilbao, 1929), fallecido recientemente en Barcelona y quien durante más de 30 años trabajó en La Vanguardia y fue su primer director de publicidad. En una época en que este diario destacaba como líder de comunicación comercial, la primera pregunta que se le formuló fue: “¿Usted cree que el éxito de La Vanguardia reside en sus anuncios económicos?”. Su respuesta daba pistas sobre el papel que jugaba la publicidad en el diario y su modesto talante: “No. El éxito de La Vanguardia reside principalmente en su información, en contar con un equipo extraordinario de redactores y corresponsales. Pero indudablemente la publicidad ocupa un lugar muy importante. La prueba de ello está en el éxito del segundo cuadernillo donde publicamos los anuncios económicos y comerciales”.
El entonces director de este periódico, Horacio Sáenz Guerrero, expresaba sus dudas sobre la viabilidad de un tercer cuadernillo dominical dedicado exclusivamente a la publicidad, que a la postre, y gracias al equipo que capitaneaba Ángel García Latasa, resultó ser un gran éxito y un hito en la prensa comercial. Fue el famoso cuadernillo dedicado a las ofertas de empleo. ¿A cuánta gente debió marcar su vida profesional? La Vanguardia logró una gran sección de anuncios clasificados, fiel a su estilo centenario, sin parangón en la prensa catalana e incluso superior al resto de los periódicos españoles. Latasa logró que la publicidad fuese noticia en la prensa.
Ángel García Latasa, fallecido a los 88 baños de edad, fue el primer jefe de publicidad de La Vanguardia, pues hasta entonces los anuncios dependían del administrador, y supo hacer el tránsito de un mercado de demanda a otro de oferta publicitaria. La carrera de García Latasa fue en paralelo al desarrollo y éxito de este diario. Tal como recuerda su sucesor en el cargo, Roldán Martínez, “él supo distinguir en la producción de ingresos de publicidad los recursos que provenían de los reclamos de servicios y de los que procedían de las grandes campañas de las distintas marcas. La Vanguardia era en aquella época el gran soporte de comunicación de lo que en la actualidad ofrecen las televisiones y para los servicios era lo que ahora desarrollan las redes digitales”.
La falta de espacio o papel en el diario creaba continuas tensiones entre la sección de publicidad y la redacción, lo que Latasa sabía resolver día a día pues era un mago de las relaciones públicas. Tenía un gran sentido del humor y era muy apreciado por su facilidad a la hora de poner humor para resolver cualquier problema en la gestión diaria. Protagonista de sobremesas impagables y amante de la buena mesa, hay una lista larga de anécdotas que todavía se recuerdan de sus relaciones con anunciantes y agencias de publicidad.
“Profesionalmente tenía mucha experiencia pero además estaba dotado de un talento natural que le permitía sortear las dificultades de un mercado publicitario que en sus últimas etapas se había complicado mucho para todos los medios, especialmente los escritos”, recuerda Antonio Piqué, exdirector general de La Vanguardia, que define a Latasa como el “campeón del marketing relacional”. Sabía ganarse el respeto y el aprecio de la mayor parte de gente que lo trataba. Era valorado y querido por la mayoría de profesionales de este sector. Era un corredor de fondo en todos los sentidos. Casi a diario iba a quemar el estrés corriendo por el faro de la Barceloneta desde su querido Club Natació Barcelona, afición a la que sumaba su otra gran pasión, el Athletic de Bilbao.
A lo largo de toda su carrera en este diario, García Latasa consiguió el reconocimiento de su gestión con multitud de premios de las asociaciones de anunciantes, de las agencias y centrales de publicidad de España y de Europa. Dada su especial modestia, nunca se permitía hacer referencia a estos reconocimientos, pero esta era precisamente la base de su gran prestigio. Ángel García Latasa sirvió a La Vanguardia y a la responsabilidad que se le había confiado en defensa de los intereses de la familia Godó con absoluta entrega y total honradez. Como diría Winston Churchill, nadie en particular hizo tanto por todos (la empresa) sin que estos se dieran cuenta. Padre de seis hijos y casado con Pilar López Gaset, a quien conoció en La Vanguardia, descansa en paz en su querida Exte Mendi, con vistas al mar Mediterráneo.