Inquietud ante el futuro de las terrazas en el feudo de los manteros
Los planes municipales para reformar Joan de Borbó dividen a restauradores y vecinos
Inquietud en la Barceloneta ante el futuro de las terrazas de Joan de Borbó. Hace menos de un mes comenzó la renovación del pavimento de la acera del paseo que da al barrio. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau barrunta la posibilidad de aprovechar esta reforma para separar de la fachada los típicos veladores allí instalados y acercarlos al lado de la calzada. La nueva ordenanza municipal de terrazas aprobada a principios de verano ya establece que las fachadas de los inmuebles han de permanecer despejadas para facilitar el paso de las personas con problemas de movilidad. Además, en estos momentos, Joan de Borbó es uno de los viales más transitados y saturados de Barcelona. Muchos consideran esta supuesta determinación por hacer cumplir las normativas todo un agravio comparativo. La acera de enfrente acoge todos los días, desde hace meses y sin que el Ayuntamiento intervenga, la mayor concentración de manteros de Catalunya.
Los restauradores de la zona se oponen a cualquier mudanza de sus terrazas que están formadas por grandes mamparas e incorporan un abundante mobiliario. Aseguran que técnicos municipales les comunicaron de un modo informal ya hace meses que la intención del Ayuntamiento es trasladar y reducir sus terrazas, que la mudanza se producirá cuando se levante la parte de la acera que aún ocupan los veladores. Estos trabajos se prolongarán durante al menos tres meses más. A mediados de julio los operadores pidieron al Consistorio que les garantice que una vez concluida la reforma las terrazas volverán a instalarse donde están ahora, pero no han recibido respuesta.
Gala Pin, la concejal del distrito de Ciutat Vella, se reunirá con ellos esta tarde. “Como ya os explicamos –puede leerse en su convocatoria a los restauradores–, después de las obras tendremos que adaptarnos a la nueva normativa de veladores que fue aprobada antes del verano. Queremos conocer vuestras opiniones con la perspectiva de una nueva urbanización después de las obras”. No sería la primera vez que el Ayuntamiento tantea primero al sector de la hostelería mediante informales globos sonda.
Ante esta incertidumbre los restauradores ya encargaron a un despacho de arquitectos el diseño de una alternativa que mantenga la actual disposición de mesas y sillas y también facilite el paso de personas con problemas de movilidad. Apuntan que la nueva ordenanza también plantea que, de modo excepcional, las terrazas puedan ocupar las fachadas siempre y cuando acarreen con los gastos. “Ahora entre los operadores impera la alarma –dice Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració–. La temporada no está siendo buena, y en Joan de Borbó los alquileres de los establecimientos son muy altos. Desplazar las terrazas provocaría un efecto pasillo similar al de Port Olímpic, una generación de recovecos que aumentaría la sensación de inseguridad. Además, los camareros se cruzarían todo el rato con los peatones. Nuestros planos demues-
ESPERADA REUNIÓN
Los operadores esperan que la edil Pin les cuente hoy las medidas del Consistorio
OBRAS EN MARCHA
Hace pocas semanas comenzó la reforma del maltrecho pavimento del paseo
tran que se puede garantizar la movilidad manteniendo las terrazas donde están. Que la concejal de Ciutat Vella no nos confirme que las terrazas continuarán su disposición actual nos parece una incoherencia muy grave”.
El tejido vecinal del barrio, sin embargo, se encuentra más o menos dividido al respecto. Unos consideran que las terrazas de Joan de Borbó son demasiado grandes, que están secuestrando un espacio público ya saturado. Si el Ayuntamiento no aparta los veladores emprenderán acciones legales. “Calculamos que unas 15.000 personas pasan cada día por esta avenida, sobre todo en verano –dice Sebas Huguet, de la plataforma La Barceloneta diu prou–. La gente no tiene espacio para pasar. Al final el Consistorio no hará nada y todo seguirá igual. En Barcelona hay barra libre para bares y restaurantes. En Palau de Mar acaban de poner 175 m2 de mesas y sillas para echar a los manteros. Y si el Ayuntamiento no hace cumplir las normas la Federación d’Associacions de Veïns de Barcelona, la Assamblea de Barris per un Turisme Sostenible y nosotros tomaremos medidas legales. ”
Y otros vecinos entienden que la actual ubicación de los veladores no supone tantos inconvenientes, que lo que realmente genera molestias entre los vecinos es el incumplimiento de los horarios. “Muchas veces, a fin de apurarlos, acaban desmontando y armando follón muy tarde –dice Manel Martínez, de la asociación de vecinos de la Barceloneta–. En cualquier caso llevamos unos cuantos consejos de barrio pidiendo al Ayuntamiento que nos proporcione planos detallados sobre lo que pretenden hacer en el paseo. Así llevamos meses. Nos preocupa que los espacios que se generen puedan ser ocupados de un modo incívico. Algunos técnicos ya nos comentaron que el Consistorio quiere aprovechar las obras para replantearse la ubicación de las terrazas, pero no tenemos más detalles. Nos gustaría conocer cuáles son los planes del Ayuntamiento”.