Luis Suárez, de rodillas
El Barça oficializa las molestias del uruguayo, cuyo juego está atravesando una crisis
Luis Suárez disputó los 90 minutos en València a pesar de que su rendimiento fue claramente de más a menos durante el partido y de que su estado físico no es el mejor. El club oficializó ayer las molestias en la rodilla derecha del futbolista, una dolencia que ya era un secreto a voces desde hace días y para la que seguirá un tratamiento de prevención y musculación durante el parón por las selecciones. Suárez, que no va a los dos partidos de Uruguay por eso y porque está a punto de ser padre por tercera vez, no se encuentra en su mejor momento futbolístico. El carácter, a veces excesivo, la lucha y su buen entendimiento con Messi no se le discuten pero el puesto de nueve en el Barça exige un rendimiento mayor tanto por lo que hace a la puntería como
SATURADO El delantero ha sido titular en todos los partidos de la temporada menos en Leganés
por lo que respecta a la precisión.
El uruguayo sólo ha metido tres goles en once partidos y dos de ellos fueron ante el Huesca. Curiosamente ha repartido más asistencias (4). En València dio el pase a Messi del 1-1 pero no tiró entre palos. Cifras pobres para él y para lo que necesita el equipo. La pasada campaña vivió una situación similar (llegó a estar con sólo tres goles tras 13 partidos). Tras parar para recuperarse de un quiste sinovial en la misma rodilla remontó el vuelo y se elevó hasta los 31 goles, siendo fundamental para que el Barcelona se hiciera con la Liga y con la Copa. En cambio, la Champions y sus más de tres años sin marcar fuera de casa son ya una maldición que parece casi bíblica.
Pese a ser notorio que no atesora la chispa necesaria, Valverde sólo le dio descanso en el once de Leganés. En el resto de partidos ha sido titular. El hecho de no tener un suplente con galones permite a Suárez acumular minutos sea cual sea su estado anímico y físico. Con Paco Alcácer triunfando en el papel de atacante revulsivo en Dortmund, Munir sólo ha aparecido puntualmente en los últimos minutos en Valladolid y en el Camp Nou ante el Athletic (marcó el tanto del empate), además de jugar de inicio en Butarque. Otra opción que tiene Valverde y que todavía no ha practicado es la de sentar a Suárez, devolver a Messi a la posición de falso nueve y flanquearlo por los costados con Coutinho en una banda y Dembélé en la otra.
Porque es lógico que el charrúa (en enero cumple 32 años) tenga que respirar de vez en cuando dentro de una columna vertebral avejentada y que está ya en la treintena (Messi, Piqué o Sergio Busquets). De ahí que al Barcelona le cueste más recuperarse de esfuerzos de máxima intensidad, como el que realizó en Wembley. Eso se notó en la última media hora de Mestalla, tramo en el que el ritmo bajó ostensiblemente. En esa fase el Barça se dedicó a sobar el balón (991 pases en todo el partido) sin acelerar. Mientras, Valverde no intervenía. Al Barça y a su técnico ya parecía estarles bien protegerse con la pelota. Pero le faltaron más ocasiones y más goles. Urge una versión más voraz de Luis Suárez.