Alfredo Barón
Alfredo Barón, hidrogeólogo
HIDROGEÓLOGO
Este experto en planificación de recursos critica que se construya en zonas inundables pero si se hace, dice, hay que tomar medidas de mitigación, sistemas naturales de retención de agua para evitar catástrofes como la de Mallorca.
Pensar que podemos dominar la naturaleza es una idea falsa”, dice Alfredo Barón, exjefe del servicio de planificación de Direcció General de Recursos Hídrics del Govern balear.
¿Qué le viene a la cabeza al ver estas inundaciones?
Siento cabreo. Seguimos construyendo en zonas inundables. No sólo es algo que ha estado pasando en Sant Llorenç, sino en muchos otros sitios. Pienso: ‘¿para qué sirven los estudios técnicos si luego la especulación, la irresponsabilidad y el miedo de los políticos a prohibir hacen que se siga construyendo en zonas inundables y se provoca estas desgracias?’
¿Y qué más?
Los encauzamientos de los ríos con hormigón sólo sirven para crear una falsa sensación de seguridad. La canalización de un torrente sólo retrasa los daños. Lo que va a pasar tardará más; pero cuando pase, los daños serán más graves.
¿Imaginó que podría pasar una catástrofe como esta?
No es a primera vez que pasa, aunque con menos gravedad. En 1989, en esta misma zona, hubo tres muertos. Las zonas inundables tienen la manía de inundarse. Se han abandonado las medidas clásicas de la gestión del drenaje agrícola o las bancadas de las laderas, con lo que la escorrentía cada vez es más intensa. Se ha dado un cúmulo de circunstancias, pero el fallo ha sido olvidarnos de que los pueblos están relacionados con la cuenca.
El torrente de Ses Planes es uno de los 11 tramos fluviales incluidos en el 2015 en el mapa de riesgo del Gobierno balear.
Sí, efectivamente. Pero que yo sepa no se ha hecho algo. En el 2002, se hizo una cartografía de delimitación de las zonas inundables. Una parte del pueblo ya figuraba como zona inundable. Luego se elaboraron los mapas de alto riesgo, lo que quiere decir que además de ser zonas inundables, hay población y circunstancias que implican riesgo. No sólo pasa en Sant Llorenç, sino que pasa también en Palma y en muchos otros sitios identificados como zonas de riesgo.
¿Y qué se hizo?
En el 2002, al jefe de servicio le tocaba hacer informes técnicos y estudios de cartografía de zonas inundables y adaptarlos a los criterio del ministerio en zona de alto riesgo. Ahí acababa su trabajo. La pregunta debe formularla a los políticos.
Insistiremos en hacérsela. Pero el problema viene de mucho más atrás. Debe preguntar quién dio las licencias. A partir de los años 50, el pueblo empezó a crecer hacia las zonas de los torrentes. Desde el 2002, ni los ayuntamientos ni las otras administraciones han tomado medidas concretas. Hubo unas inundaciones en 1989 y lo que se hizo fue ampliar la canalización para ampliar el desagüe. Es una canalización que parece una autopista. Ahora puede desaguar más, pero también hace la avenida más rápida y causa más daños.
¿Que solución hay?
No se puede construir en zonas inundables. Pero una vez hecho, hay que tomar medidas de mitigación, como pide la UE, sistemas naturales de retención de agua: abancamientos, drenajes agrícolas o mantenimiento de vegetación de ribera; y en los tramos urbanos, aplicar técnicas que reproduzcan la situación previa a la construcción. Es decir, infiltración del agua, disminuir la velocidad de la escorrentía... Eso no se soluciona en una legislatura, sino en 20 años. Y los políticos no están por la labor.
MAPAS DE DELIMITACIÓN “En el 2002, parte del pueblo de Sant Llorenç se declaró zona inundable”