La Vanguardia

Dmitri Rogozin

El sistema de seguridad funcionó y los astronauta­s regresaron sanos y salvos

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

DIRECTOR GENERAL DE ROSCOSMOS

El fallo en la Soyuz que obligó a un aterrizaje de emergencia y se quedó en un susto porque se activaron las medidas de seguridad deja en el aire el futuro de la Estación Espacial Internacio­nal y pone en cuestión la industria aeronáutic­a rusa.

Con el programa de trasbordad­ores de la NASA suspendido desde el 2011, las naves rusas se habían convertido en el único medio para viajar a la Estación Espacial Internacio­nal (EEI). Además, las Soyuz llevaban décadas sin sufrir accidentes graves, lo que les otorgaba también fiabilidad. Pero esa racha se rompió ayer, cuando un fallo en la propulsión obligó a los dos astronauta­s que volaban a la EEI a abortar la misión y realizar un aterrizaje de emergencia en las estepas de Kazajistán.

La avería se produjo poco después de que la cápsula Soyuz MC10 despegara de Baikonur, un cosmódromo construido en tiempos de la URSS que desde su desintegra­ción está bajo control de Rusia aunque se encuentre en Kazajistán. Al parecer, había fallado el cohete de propulsión, un Soyuz-FG

A pesar del fracaso de la misión, los comentaris­tas rusos destacaban ayer que el sistema de emergencia funcionó como debía, es decir, de forma automática. Se activó a los 123 segundos del despegue, lo que contribuyó a proteger la vida de los tripulante­s.

Los dos astronauta­s de la Soyuz, el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounid­ense Nick Hague, aterrizaro­n sanos y salvos. Enseguida, varios helicópter­os del Ministerio de Situacione­s de Emergencia­s de Kazajistán despegaron en su busca y al encontrarl­os, a 400 kilómetros de Baikonur, constataro­n que se encontraba­n en buenas condicione­s de salud. “Gracias a Dios, los astronauta­s están vivos. Los sistemas de seguridad de la tripulació­n han funcionado”, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

La única preocupaci­ón era que las vibracione­s y la enorme velocidad del descenso no les hubiera afectado. El entrenamie­nto que los propios astronauta­s llevan a cabo en tierra tiene como objetivo hacer frente a estas situacione­s. Sin embargo, no se encontraba­n “completame­nte bien”, dijo en Baikonur una fuente a las agencias rusas. Ayer se hacían planes para trasladarl­os a Moscú y, desde allí, a la Ciudad de las Estrellas, el centro de entrenamie­nto a las afueras de la capital rusa donde los astronauta­s se prepa- ran desde la década de 1960. Tras lo sucedido se abre la posibilida­d de que en la próxima nave tripulada a la EEI viajen los suplentes de la tripulació­n actual: el ruso Oleg Kononenko y el canadiense David SaintJacqu­es. El lanzamient­o se realizaría en diciembre, según dijo una fuente a la agencia Interfax. Otras fuentes citadas por Ría Nóvosti apuntaban que Roscosmos podría suspender los vuelos de las Soyuz este año mientras se estudia lo ocurrido. Dimitri Rogozin, jefe de la agencia espacial rusa, informó ayer de la creación de una comisión gubernamen­tal para tal fin.

La suspensión temporal de la conexión entre la Tierra y la EEI no supondría graves problemas, ya que la Estación Espacial tiene suficiente­s suministro­s y alimentos para su actual tripulació­n para seis meses.

Nacidas bajo las órdenes de Serguéi Koroliov, el gran impulsor del

El nuevo revés para el programa espacial ruso abre incógnitas sobre las próximas misiones a la Estación Espacial

programa espacial soviético, las Soyuz son los cohetes y cápsulas más fiables creados en la URSS a pesar de que primer vuelo tripulado terminó en catástrofe: durante el regreso a la Tierra, el 23 de abril de 1967 el sistema de paracaídas de la Soyuz-1 falló y el astronauta Vladímir Komarov perdió la vida.

La mayor parte de los accidentes se produjeron durante los aterrizaje­s o por problemas en el acoplamien­to a las estaciones espaciales soviéticas Saliut. La última y única vez que se produjo un fallo como el de ayer ocurrió hace 43 años, el 5 de abril de 1975, cuando una Soyuz tripulada no pudo desenganch­arse durante la fase de ascenso y hubo que activar el sistema para abortar la misión. Este funcionó bien y los astronauta­s Vasili Lázarev y Oleg Makárov regresaron sanos y salvos.

La misión abortada de ayer se une a otros reveses que ha sufrido últimament­e el programa espacial ruso. En agosto se descubrió un misterioso agujero en una de las Soyuz acopladas a la EEI. Moscú aún investiga su origen. En noviembre del 2017 el fallo en el lanzamient­o de un cohete Soyuz destruyó 18 satélites.

Además, se produce a pocos meses de que Estados Unidos reanude los vuelos tripulados con empresas privadas como SpaceX o Boeing. Eso supondrá que Roscosmos deje de ingresar los miles de millones de dólares que le paga la NASA por transporta­r a sus astronauta­s.

 ??  ??
 ?? KIRILL KUDRYAVTSE­V / AFP ??
KIRILL KUDRYAVTSE­V / AFP
 ??  ?? Final feliz En la imagen superior, el momento de despegue del Soyuz. A la izquierda, un helicópter­o rescata a los astronauta­s de la cápsula después del aterrizaje. Sobre estas líneas, los pilotos se abrazan a sus familiares tras el rescate
Final feliz En la imagen superior, el momento de despegue del Soyuz. A la izquierda, un helicópter­o rescata a los astronauta­s de la cápsula después del aterrizaje. Sobre estas líneas, los pilotos se abrazan a sus familiares tras el rescate
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain