Otra dimensión
Orquestra Da Camera
Lugar y fecha: Temporada de Música de Cámara. L’Auditori (10/X/2018)
Creo que todos pensábamos si era cierto lo que estábamos oyendo, en un país con escasísima –si no errónea- política musical desde hace años. Pero más que cierto era admirable. Poco menos de una veintena de instrumentistas que, salvo el contrabajo y la concertino Antje Weithaas, forman parte de cuartetos de cuerda la mayoría locales, y algunos tan importantes en la esfera internacional como el Casals. Pues sí, y aunque desconozco detalles de la historia de esta propuesta, tiene todas las características de ser resultado de una iniciativa privada, bien atendida en este caso por los responsables de la programación de L’Auditori que inauguran así la Temporada de Cámara.
Un concierto de brillo interpretativo, con intérpretes que, bien guiados y animados por la concertino y con buen fundamento en el contrabajo invitado Ander Perrino, hicieron una versión de las imponentes Metamorphosen de Richard Strauss, las Variaciones sobre un tema de Frank Bridge de Britten y la famosa y excesivamente melodiosa Serenata en Do mayor de Chaikovski. Todo con devoción, un caudal de música intensa y sincera que hizo pensar muchas cosas. En voz muy alta y con entidad las/los músicos dieron cuenta del potencial de una generación que ya está en el cauce profesional, con un trabajo duro a sus espaldas. ¡Quién era capaz de pensar hace apenas unos quince o veinte años que hoy podríamos disponer de varios cuartetos de cuerdas de tan primera línea!
Pero esto estaba sonando hoy, en un panorama sin objetivos concretos, sin políticas serias que seguir (y no hablo sólo de Catalunya), y sonaba a toque de atención. Disponemos, gracias a mecanismos puestos en marcha hace más de dos décadas, de un par de generaciones muy buenas en este ámbito, extensible a los músicos de viento y percusión, y una ausencia discordante (desafinada) de políticas. Está claro que estos procesos exceden los exiguos cuatro u ocho años de un mandato…. El arte transcurre en otra dimensión temporal. Y muestra un aspecto de la realidad muy sutil, que no se salda con un máster a la moda, aquí hay trabajo a fondo.
Un ejemplo: todos brillaron en Metamorphosen de Strauss, pero el arreglo para septeto de R. Leopold fue cuando menos insuficiente y desfigura la realidad, ya que –si bien resultaron los pasajes de sonoridad sutil–, cuando la partitura exige volumen y densidad, además de claridad en el contrapunto y detalles de cada sección, la cosa pierde profundidad por la escasez de ejecutantes. Lo que resultó de antología fue la versión ágil, brillante, dinámica y matizada de las Variaciones Bridge de Britten; una intencionalidad musical que hizo eclosión en la melosa Serenata de Chaikovski. Aplausos y si fuese posible, reflexión…