Esplendor retro
La sombra de la ley
Dirección: Dani de la Torre Intérpretes: Luis Tosar, Michelle Jenner, Vicente Romero, Manolo Solo Producción: España-Francia, 2018. Thriller. Duración: 126 min.
La sombra de la ley es una película ambientada en la Barcelona de los años veinte del siglo pasado, cuyo telón de fondo histórico podría hacer pensar en un documento de época veraz. Antes de los créditos finales, además, una nota aporta información añadida, como si fuera la típica película basada en hechos reales. Pero el clima social y político queda soberanamente sepultado por el patrón hollywoodiense que asalta nuestros ojos: La sombra de la ley es, esencialmente, una película de esplendorosa estética retro (la Barcelona digital es una pequeña maravilla), deudora del cine de gángsters americano que iría de los clásicos de la Warner de los años treinta a títulos más cercanos como Érase una vez en América, de Sergio Leone. Hay mucho del barniz operístico de Leone en este segundo largometraje de Dani de la Torre, sobre todo en las escenas sangrientas del tramo final. Pero también nos remite De la Torre a la suntuosidad de Coppola, no tanto el de El padrino, que también, como el de Cotton Club: las secuencias del cabaret, pura belle époque, tienen el brillo, el vigor de Coppola. Y, como ya demostrara en la más modesta pero interesante El desconocido, el cineasta es un virtuoso del plano secuencia y los movimientos de cámara circulares, deudores de De Palma. Las tipologías son de plantilla: los duros (Luis Tosar, Vicente Romero), el secundario excéntrico (Ernesto Alterio), la heroína idealista (Michelle Jenner), el todopoderoso corrupto que domina la ciudad (grandísimo Manolo Solo), etc. Muy clásico y derivativo, pero hay que concluir que el artefacto funciona. /