Las cuentas sociales del 2019 elevan el gasto más de 5.000 millones
Montero confía en ingresar casi 5.700 millones adicionales con la reforma tributaria
El Gobierno de Pedro Sánchez dio ayer el primer paso en su plan para decir adiós a los presupuestos marcados por la restricción del gasto de los últimos años. El primer dibujo de unas cuentas del 2019 que buscan revertir los recortes de la crisis y consolidar el estado del bienestar dispone del apoyo necesario pero no suficiente de Podemos. Ahora el Gobierno tiene que negociar con los partidos vascos y catalanes el amplio paquete de medidas, donde destacan el incremento hasta los 900 euros del salario mínimo interprofesional (22,3%) o la subida de las pensiones al menos con el IPC. Aunque el acuerdo rubricado a primera hora de ayer por Sánchez y Pablo Iglesias no especifica cuánto costará a las arcas del Estado, el gasto aumentará al menos 5.000 millones de euros. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sólo puntualizó ayer que, con los nuevos compromisos, las partidas de gasto recogidas exclusivamente en los presupuestos generales del Estado crecerán en 2.082 millones.
Sin embargo, acuerdos de calado como la revalorización de las pensiones, el incremento progresivo de la prestación de paternidad o el apoyo a la dependencia también tienen impacto en las cuentas de la Seguridad Social y en las de las administraciones autonómicas y locales.
En cambio, la ministra de Hacienda sí aclaró que prevén que en el 2019 las arcas de la Agencia Tributaria cuenten con unos ingresos adicionales de 5.678 millones de euros (el partido que lidera Iglesias lo elevó hasta los 7.240 millones ). A ellos hay que sumar, añadió Montero, el incremento de la recaudación relacionada con el avance de la actividad económica. Todo ello, para hacer frente a mejoras en educación, sanidad, dependencia...
Los cambios en el ámbito de los impuestos afecta desde el IRPF –va más allá de lo inicialmente previsto y acaba afectando a los que ingresan más de 130.000 euros y creando un nuevo tramo para los que declaran cada año más de 300.000 euros– al aumento de un 1% en el impuesto al patrimonio para las fortunas de más de 10 millones de euros. Desde el Ejecutivo socialista siguen insistiendo en que la subida de los impuestos no afectará ni a las clases medias ni a las trabajadoras, aunque subidas como la prevista en el impuesto del diésel acabe afectando al bolsillo del consumidor medio.
Una parte importante del incremento de la factura fiscal vendrá de las empresas, con el establecimiento de un tipo mínimo para los grandes grupos –15% sobre la base imponible, en general, y del 18% para los bancos y petroleras–. En paralelo, bajan el tipo nominal en dos puntos a las pequeñas empresas que facturan hasta un millón de euros. El documento de 50 páginas, consensuado con Podemos, también re-
MÁS PRESIÓN FISCAL
La subida de impuestos afecta a rentas altas y grandes empresas, insiste el Gobierno
PRIMER TEXTO
Está por ver qué cambios se introducirán tras la negociación con otros partidos
coge medidas contra el fraude fiscal y mayores controles para las sicavs, así como un 15% de gravamen sobre los beneficios no distribuidos por las socimis. A lo que hay que sumar la creación de la tasa digital para el negocio de las grandes empresas en internet, desde publicidad online (Google) al comercio electrónico (Amazon) o las plataformas como Airbnb o Uber. También se com-
prometen a aplicar un gravamen sobre las operaciones de compra de acciones realizadas por operadores financieros, “como hacen en Francia o Alemania”, apuntó Montero. Este nuevo impuesto tiene carácter finalista y se destinará a paliar el déficit del sistema de pensiones. El IVA sólo se toca para rebajar el tipo de los productos de higiene femenina y los servicios veterinarios.
Aparte de la incertidumbre que genera las condiciones que acaben imponiendo el resto de partidos necesarios para sacar adelante estos presupuestos en el Parlamento, el Gobierno no ha podido despejar cómo encajarán la capacidad de veto del PP a la senda de déficit propuesta en verano a Bruselas: si el objetivo será del 1,3% o el 1,8% La responsable de Hacienda se remitió al Consejo de Ministros extraordinario del lunes, fecha en la que han de remitir a la Comisión Europea el plan presupuestario para el próximo año. En todo caso, Montero trató de despejar cualquier sombra de duda sobre el cumplimiento de las exigencias de estabilidad presupuestaria. “Vamos a cumplir”, insistió, con Bruselas y “con los ciudadanos.
Sobre la subida “histórica” del salario mínimo interprofesional (SMI), se mostró convencida de que no va a afectar a la creación de empleo. Es más dio a entender que supondrá un impulso para el consumo de las familias y, por tanto, para el PIB. Esta decisión fue recibida con recelo por los empresarios –acelera un proceso de mejora de los salarios más bajos, sostenido por el diálogo social, que dentro de la patronal costó mucho de asumir – y expertos en el mercado. En su reciente informe sobre la economía española, el FMI hacía un advertencia muy concreta sobre el peligro de una fuerte subida del salario mínimo, especialmente para la colocación de parados con baja cualificación formación. Precisamente, el organismo de Christine Lagarde reclamaba también al gobierno unos presupuestos cono “medidas creíbles” y extrema prudencia en el cálculo de las previsiones de ingresos.
MIRANDO A BRUSELAS
Hacienda evita aclarar de qué objetivo de déficit parten los presupuestos
SMI
Montero niega que el fuerte alza del salario mínimo afecte a la creación de empleo