El FMI teme una fuga de capital desde los emergentes
El organismo alerta sobre una posible apreciación del dólar
Tras una semana de batacazos en las bolsas internacionales (y un repunte fuerte el viernes), la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial terminó ayer en Bali (Indonesia) en un ambiente de zozobra . La preocupación está centrada en dos peligros que se perfilan en el horizonte de la economía mundial: el fin de la era de tipos de interés cero y una posible guerra comercial entre EE.UU. y China.
Aunque el crecimiento del 3,7% previsto para la economía mundial este año rebasa la media de la última década, “estamos tocando techo”, advirtió ayer la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, al final de la asamblea. “Hay cada vez más riesgos por tensiones comerciales y un endurecimiento de las condiciones financieras que afectan las economías emergentes”, alertó el FMI en un comunicado. Otros riesgos son “una incertidumbre política, niveles de deuda históricamente altos, elevadas vulnerabilidades financieras y un espacio restringido para tomar medidas correctivas” .
El principal quebradero de cabeza para el FMI a la hora de prever y prevenir una crisis es que la economía mundial atraviesa la incógnita de la normalización monetaria tras una década de expansión sin limites. Los siete aumentos de tipos realizados por la Reserva Federal en el ultimo año y medio, del 0 al 3%, ya han provocado una fuerte apreciación del dólar. Crecen los temores de que esto desate una salida masiva de capitales desde las economías emergentes y posibles crisis de solvencia para países y empresas endeudas en dólares. Los reproches de Trump dirigidos contra el presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, por las subidas de tipos no han ayudado a calmar los nervios de las instituciones multilaterales. Una fuerte subida de los rendimientos en el mercado de bonos del Tesoro de EE.UU. ha provocado temores de quiebras, dada la enorme deuda acumulada en la economía mundial, más de 180 billones de dólares, más el doble del valor del PIB planetario. Los inicios de una posible crisis generalizada en las economías emergentes se ponen de manifiesto ya en Argentina, Turquía y, posiblemente, en Pakistán que acaba de solicitar créditos por unos 12.000 millones de dólares al FMI .
Ya anticipando más solicitudes de rescate, el Fondo ha instado a los 189 países miembros a finalizar el plan de recapitalización del fondo. Pero, el principal accionista del FMI, Estados Unidos, “está arrastrando los pies”, según comentó el secretario general del Tesoro español, Carlos San Basilio Pardo.
El segundo motivo de preocupación son los aranceles aplicados al comercio entre EE.UU. y China por valor de 300.000 millones de dólares en los primeros intercambios de una posible guerra comercial. El FMI ha instado a los dos países a hacer todo lo posible para “rebajar las tensiones”, según explicó Lagarde. Pero todos en Bali reconocen que el multilateralismo corre un grave riesgo. La fuerte apreciación del dólar debido a las subidas de tipos de interés amenaza con desatar una guerra de divisas, además del conflicto comercial. Los 189 países que participaron en la asamblea se comprometieron a “evitar devaluaciones competitivas o crear metas para las tasa de cambio con el fin de competir”. Mientras, las tensiones vuelven, en alguna medida, a la zona euro tras la fuerte subida de la prima de riesgo de la deuda italiana. Poul Thomsen, el responsable del departamento europeo del FMI, instó al Gobierno italiano a aprovechar el momento de crecimiento para adoptar políticas de disciplina fiscal. Por el momento, no se han dado señales del contagio desde Italia a otros países deficitarios en la zona euro, entre ellos España.
Pakistán ha solicitado al FMI créditos por unos 12.000 millones de dólares, como antes Turquía y Argentina