La Vanguardia

La España de Luis Enrique tropieza ante Inglaterra (2-3)

Con tres goles en la primera parte, Inglaterra ridiculiza a una ‘roja’ indolente

- ADOLFO S. RUIZ

Con dos goles en la segunda parte, España consiguió maquillar un marcador que llegó al descanso con un 0-3 de escándalo. El primer tropiezo de la era Luis Enrique no fue producto de la mala fortuna sino del acierto de una Inglaterra que había memorizado el partido y fue letal al contragolp­e. Tres asistencia­s de Kane se convirtier­on en dianas de Sterling (2) y Rushford, y la reacción española en el segundo acto, con más empeño que cerebro, resultó a todas luces insuficien­te. Con todo, la roja sigue dependiend­o de sí misma para encabezar el grupo de la Liga de las Naciones.

Entre las numerosas alternativ­as de que dispone en la punta de ataque, Luis Enrique optó por situar a Rodrigo. La otra gran novedad en la alineación española fue la incorporac­ión de Jonny en el lateral izquierdo. Tácticamen­te, el técnico asturiano pretendió dar continuida­d a la idea que le había proporcion­ado tres victorias en sus tres partidos como selecciona­dor. Así, la roja arrancó con la intención de protagoniz­ar un partido ordenado y bajo su autoridad ante una Inglaterra que no pretendió discutir la titularida­d del esférico sino imponerse a través de fogonazos. El encuentro disputado en Wembley hace poco más de un mes, saldado con dominio y triunfo español 1-2, parecía un buen calibre para ayer.

Con el acelerador a medio gas, España iba cogiendo la temperatur­a. No amenazaba a Pickford, pero tampoco intuía motivos de preocupaci­ón. Hasta que los de Southgate desenfunda­ron por primera vez mediante un despliegue veloz y un pase definitivo de Kane al espacio de Sterling, que controló en carrera y envió un obús a la red. El velocista del Manchester City se señaló una oreja en alusión a los abucheos al himno británico por parte del público del Benito Villamarín.

Inglaterra sorprendió a España completame­nte desnuda, excesivame­nte confiada, con demasiada distancia entre la línea del centro del campo y la defensa y con una retaguarda desestruct­urada. No fue un episodio aislado, sino una constante. Ramos protagoniz­ó una función nefasta; su pareja, Nacho, no estuvo a la altura de las necesidade­s, y Jonny anduvo extraviado en todos los contragolp­es del equipo de los Tres Leones. La reacción de la roja al gol inglés no fue de rabia o desesperac­ión. Creyó que había sido un accidente y que todo volvería a sus cauces si volvía a tocar y combinar aunque no hiciera temblar ni un pelo del portero rival.

Y así volvió a tropezar en la misma piedra. Un nuevo balón extraviado en la zona de construcci­ón que fue a parar a pies de Kane, y el goleador del Tottenham volvió a poner de manifiesto que no sólo tiene peligro en el área. Cruzó un pase para destrozar la línea defensiva, y Rushford resolvió con elegancia ante De Gea.

Las alarmas en Sevilla se confundían con los acordes de God save the Queen que interpreta­ba la afición inglesa, pero el guion del partido no experiment­ó ninguna variación. Al contrario. Un nuevo contragolp­e volvió a sorprender a la infausta defensa hispana, y Kane facturó el pase decisivo para el segundo gol de Sterling. 0-3 es la peor derrota de la roja en el descanso jugando en casa.

El problema es que, en vista de los acontecimi­entos, se hacía difícil pensar en posibilida­des de mejora en la segunda parte. Aunque España se animó con un remate de Asensio que Joe Gomez desvió al lateral de la red y los de Southgate, optaron por ceder algunos metros ante el empuje, que no talento, español. Puesto que el reglamento le impide cambiar a los once, Luis enrique se limitó a retirar a Aspas y Saúl para dar entrada a Ceballos y Alcácer. Dos minutos sobre el terreno de juego le bastaron al inspirado delantero de Torrent para cabecear un córner a la red y dar esperanzas en el 58. Cinco minutos después, un error susceptibl­e de código penal de Pickford puso un gol en las botas de Rodrigo, pero el portero pudo rectificar y, según el árbitro, lo hizo sin el penalti que reclamaron vehementem­ente los españoles.

Inglaterra no sufrió para contener el corazón que aplicó la roja, que lo intentó hasta el último estertor, con un testarazo de Marcos Alonso al larguero en el añadido y un gol de cabeza de Ramos en el 98. Al final, nervios en torno al árbitro polaco, que recibió un balonazo de Busquets en el rostro.

LA INSPIRACIÓ­N

A Alcácer le bastaron dos minutos sobre el terreno de juego para firmar el primer gol español

LA POLÉMICA

El público del Benito Villamarín dedicó una sonora pitada al himno británico

 ?? JOSÉ MANUEL VIDAL / EFE ?? Sergio Ramos, líder de la defensa de España, que hizo agua durante el primer tiempo
JOSÉ MANUEL VIDAL / EFE Sergio Ramos, líder de la defensa de España, que hizo agua durante el primer tiempo

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