Pulseras de quita y pon
Una pulsera para cada ocasión. Es lo que justificó ayer el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuando, al término de su larga cita con Pedro Sánchez, le preguntaron por la pulsera con la bandera española que llevaba. “Es una reivindicación serena de lo que somos”, aseguró. Pero advirtió que las tiene de quita y pon, y que cuando tiene un acto como el de ayer con el Gobierno de España se coloca la pulsera con la bandera rojigualda, y si es un evento en su ámbito territorial se pone la enseña de Castilla-La Mancha y, aún más, si se trata de un mitin del PSOE la cambia por el logo del puño y la rosa. “En España podemos discutir qué camino tomar y qué hacer, pero perder el tiempo en discutir lo que somos es absurdo”, zanjó. Sobre la cuestión catalana, aseguró que él se puede permitir “ser más claro” que el presidente del Gobierno, pero que los “nuevos modales” de Sánchez no se deben confundir con debilidad: “Si la Generalitat traspasa el límite de la legalidad, a Sánchez no le va a temblar el pulso para aplicar medidas constitucionales”.