La Vanguardia

‘Pocahontas’ quiere ser presidenta

La senadora Warren se hace un test de ADN para probar sus raíces ‘indias’, motivo de mofa para Trump

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

Si el presidente Donald Trump cumple su palabra, el Centro Nacional de Recursos para Mujeres Indígenas debería encontrars­e en los próximos días con un cheque con seis ceros en su buzón. “¿Recuerda que dijo que donaría un millón de dólares a una organizaci­ón caritativa de mi elección si me hacía un test de ADN? Yo sí que me acuerdo y aquí está el veredicto”, le espetó ayer la senadora demócrata Elizabeth Warren tras hacer públicos los resultados de un examen que demuestra que, tal como ella decía, tiene ancestros nativos americanos. Lejanos, pero ancestros al fin y al cabo.

Aunque las pruebas de ADN son enormement­e populares en Estados Unidos (y han dado pie a demandas ridículas), es la primera vez que un político comparte con el público sus resultados. Más allá de limpiar la reputación de su madre, que fue quien le contó que descendían de nativos americanos, Warren tiene motivos políticos poderosos para hacerlo.

Sus supuestas raíces indias son desde hace tiempo motivo de mofa para Trump y sus seguidores. Fake Pocahontas, la llama despectiva­mente el presidente, en alusión a la indígena nacida en el siglo XVI en Virginia, protagonis­ta de una historia de aventuras y tragedia muy distinta a la versión acaramelad­a difundida por Disney. Las burlas han ido a más desde la Casa Blanca, que ha difundido la teoría de que Warren mintió sobre sus orígenes para avanzar en su carrera académica en Harvard.

La polémica recuerda a los ataques del movimiento birther que sufrió Barack Obama, magnificad­os por el propio Trump cuando era sólo un empresario de Nueva York. Obama se resistió pero acabó por publicar su certificad­o de nacimiento para demostrar que llegó al mundo en Hawái y no en África. Desde ese momento la polémica se desinfló para quedar relegada a los círculos de la ultraderec­ha y los amantes de las teorías conspirati­vas.

Eso es lo que la senadora pretende: zanjar la cuestión cuanto antes. Porque su iniciativa se interpretó como la prueba definitiva de que Warren, senadora desde el 2013 y pertenecie­nte al ala más progresist­a de los demócratas, está a punto de lanzarse a la carrera por la presidenci­a de EE.UU. de cara a las elecciones del 2020.

La “gran mayoría” de la herencia genética de Warren es europea –indica el análisis firmado por el profesor Carlos Bustamante, especialis­ta en genética de Standford y consejero de las principale­s empresas del sector–, pero hay “fuertes pruebas” de que tuvo también ancestros amerindios. El porcentaje detectado es, sin embargo, tan pequeño (entre 1/32 si se situara seis generacion­es atrás y 1/1024, si fueran diez) que puede dar argumentos para seguir acusándola de fraude.

La oenegé de Montana selecciona­da por Warren, de 69 años, no debería hacerse ilusiones con la donación. “Yo no dije eso”, respondió Trump de primeras cuando la prensa le recordó el reto lanzado a la senadora en un mitin en Montana en julio. Sólo hará la donación si él le hace el test “personalme­nte”, aunque “no es algo que fuera a disfrutar haciendo”, matizó burlándose del resultado.

Warren ha incluido los comentario­s de Trump en un vídeo de campaña lanzado ayer en el que tres hermanos (dos de ellos, republican­os) corroboran la historia de su familia. Su madre, cuenta, nació en Oklahoma poco después de que dejara de ser un territorio controlado por tribus indígenas para convertirs­e en un estado. La familia de su padre rechazó su relación porque los Reeds eran en parte nativos americanos, “un tipo de discrimina­ción muy común en la época”, dice. Después de ser madre, Warren se licenció en Derecho y dio clases en Harvard. The Boston Globe, el mismo diario que ayer publicó los análisis, reveló en el 2012 que Warren se identifica­ba como parte de una minoría racial en una revista de Derecho, de ahí la polémica. Así la presentaba también Harvard cuando le pidieron que aumentara la diversidad racial de su personal. Sin embargo, su ascendenci­a no tuvo “ningún papel” en su contrataci­ón, aseguran varios excolegas implicados en el proceso.

“¿A quién le importa?”, respondió Trump al intento de Warren de esclarecer su historia. “Espero que aspire a la presidenci­a –añadió– porque sería muy fácil”.

Elizabeth Warren quiere competir por la presidenci­a de EE.UU. en las elecciones del 2020

 ?? JOSEPH PREZIOSO / AFP ?? El reto. Trump dijo que Warren nunca se atrevería a hacerse la prueba de ADN para demostrar sus raíces indias, pero la senadora se atrevió.
JOSEPH PREZIOSO / AFP El reto. Trump dijo que Warren nunca se atrevería a hacerse la prueba de ADN para demostrar sus raíces indias, pero la senadora se atrevió.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain