Francia creará quince “zonas de emisiones débiles”
El último informe alarmante sobre el cambio climático y sus consecuencias ya muy palpables en Francia –desde la desaparición de los glaciares en los Pirineos y los Alpes al aumento de la graduación alcohólica de los vinos– crea un ambiente propicio para las decisiones políticas drásticas. Una de ellas se tomó la semana pasada. Quince aglomeraciones urbanas decidieron que, de aquí al 2020, implantarán quince “zonas de emisiones débiles”, unos perímetros a los cuales los vehículos más contaminantes no podrán acceder en determinadas horas del día. Se trata de reducir la polución en áreas hoy muy castigadas como París y su entorno,Lyon, Toulouse, Montpellier, Marsella, Niza, Grenoble, Saint-Etienne, Estrasburgo y Reims, entre otras. El objetivo es que, progresivamente, se aplique a todas las ciudades cuya área metropolitana supere los 100.000 habitantes. Las decisiones políticas relativas a los coches generan reacciones no siempre amables en la industria, que exige tiempo suficiente para reaccionar y para adecuar sus cuantiosas inversiones al cambiante marco jurídico.